Reino Unido al borde de la recesión
Viernes, 25 Octubre 2019 19:44

Reino Unido al borde de la recesión

El Brexit hace mella en la economía británica, apagando sus crecimientos previstos. La recesión técnica acecha a unos indicadores con un perjudicado comportamiento. A la vez que conocíamos la situación de la economía alemana, así como la recesión técnica cosechada tras la consecución de 2 trimestres consecutivos, contando el tercer trimestre del año, con contracciones en el producto interior bruto (PIB) germano; la economía británica, otra economía duramente castigada por la incertidumbre y los shocks que vive la geopolítica, se une al club de economías europeas que entra en ese pesimismo que, desde principios de este año, ensombrece la economía europea. Y es que, al igual que Alemania, el mayor deterioro que ha vivido la economía británica, sumado al deterioro que vive la economía global, ha llevado a registrar su primer decrecimiento del PIB desde 2013.

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Como digo, pese a ser un escenario más que previsto por los analistas, es preocupante que grandes economías europeas, entre las que se encuentran Alemania, Reino Unido o Italia, se encuentren en este estado de recesión técnica, o al borde de ella. Pese a las previsiones que vislumbraron la posibilidad de que esto ocurriese, la postergación en el tiempo que están viviendo los problemas que, en gran medida, están afectando a dichas economías está provocando el miedo en Europa; ya que de no solventarse la situación, el escenario recesivo no solo podría prolongarse, sino que podría hasta deteriorarse.

Pese a que la situación en Reino Unido se presenta más favorable que para Alemania, al menos en materia de previsiones sobre la evolución futura del PIB, la desaceleración económica que sacude a la economía global en su conjunto, acentuada por el Brexit, se está cebando con la economía británica; produciendo una abrupta caída en la actividad económica del país, así como un mayor deterioro en materia de exportaciones. Un factor, este último, el cual ha sido un denominador común en el deterioro de las grandes economías de la Zona Euro, dada la abrupta caída que ha vivido la demanda externa a nivel global y la reducción de exportaciones que ha provocado un mayor deterioro de la balanza comercial.

Un crecimiento condicionado

De acuerdo con los PMI manufactureros que presenta la economía anglosajona, estos muestran una fuerte caída de la actividad industrial en el país. Un síntoma que, al igual que en Alemania, ha llevado al indicador a niveles inferiores al umbral de los 50 puntos, dejando a la actividad industrial en niveles recesivos. Algo que no se ha visto en el sector servicios, aunque en este caso tampoco lo están viendo otras economías de la zona euro, así como China y Estados Unidos, donde todas están amortiguando las caídas de la actividad industrial con una compensación del sector servicios, que sigue mostrando un comportamiento equilibrado pero debilitado.

Sin embargo, los crecimientos previstos para la economía británica si muestran una mayor preocupación para el país, pues como pudimos observar, la economía británica ya cosechó una contracción del 0,2% durante el trimestre pasado. El Brexit ya está castigando a la economía británica, llevando a los organismos multilaterales a revisar, de forma continuada, las previsiones de crecimiento con actualizaciones y nuevas revisiones a la baja, en consonancia con el comportamiento de los indicadores y las variables que inciden en la economía británica. Unas previsiones de crecimiento que, en línea con las establecidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), sitúan el crecimiento futuro de la economía británica en el 1,2%; muy en línea con los crecimientos previstos para la Unión Europea (1,1%).


En amarillo el espacio temporal en el que comienza el Brexit.

No obstante, de acuerdo con las previsiones realizadas por las instituciones, otro factor determinante en la evolución de la economía británica, al menos en el corto plazo, lo jugará la relación de salida entre Reino Unido y Bruselas. De acuerdo con las estimaciones realizadas, el PIB anglosajón podría verse enmarcado dentro de 2 escenarios completamente distintos, en función de cómo realice finalmente la salida la de la Unión Europea. En el caso de un Brexit duro, la economía británica podría llegar a dejarse pérdidas cercanas al 2,5%; mientras que, de tratarse de una salida planificada y relajada, la economía británica sufriría una caída mucho más moderada, cercana al 1,3%.


Como vemos, casi un entero porcentual que depende exclusivamente de las relaciones que ambos líderes mantengan en el proceso de salida. Estamos ante una situación que, como Alemania, dependerá, en su gran parte, de las relaciones bilaterales, así como el escenario geopolítico. Aunque ya lo he dicho en numerosas ocasiones, el Peterson Institute sacaba recientemente un informe en el que se hacía alusión a esto que venimos advirtiendo los economistas durante todo el proceso de Brexit, incluso ya desde el propio referéndum. La economía europea, con el tema de Brexit, está experimentando un lastre para su desarrollo económico. Sin embargo, no debemos olvidar que el país más perjudicado, siendo el caso que sea, es Reino Unido; al menos en el corto plazo, como indicaba anteriormente.

Una Europa menos perjudicada

La Unión Europea, al margen de Reino Unido, en el caso de un Brexit duro podría llegar a dejarse hasta un 0,35% del PIB, mientras que de darse un Brexit planificado y ordenado, la pérdida en materia de PIB se podría cuantificar en un valor aproximado al 0,16%. Es decir, en ambos casos, el lastre que le repercute el tema del Brexit a la Unión Europea sigue mostrándose muy distante del propio daño que repercute la salida al país anglosajón. Una muestra de que los más perjudicados por la salida de Reino Unido de la Unión Europea siguen siendo los propios británicos; por muchos esfuerzos que dediquen a negar esta afirmación.

Como vemos, y para finalizar resumiendo la situación; el Brexit está haciendo mella en una economía británica que, a su vez, se muestra cada vez más debilitada y apagada. Los crecimientos no se están dando como se esperaban y la situación, al menos en materia de indicadores económicos, muestra una realidad más que advertida por los economistas. Una realidad que no veía el pueblo británico, pero que constata las grandes dificultades que supone para una economía esta escalada de tensiones proteccionistas y nacionalistas, en un mundo cada vez más globalizado. Una situación que, sumada a la desaceleración sincronizada, como lo calificaba el Fondo Monetario Internacional (FMI), sigue dificultando la prosperidad de la economía en la Unión Europea.

Portal de América - Fuente: Economipedia

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