por Carlos Velázquez
Dinero en Imagen

Los aviones son instrumentos de tortura para los funcionarios de la 4T y no sólo porque el uso abusivo de los mismos les puede costar la chamba, como le pasó a la extitular de Medio Ambiente, Josefa González-Blanco, sino porque son la causa de que regresen con un “tirón de orejas” desde Cannes por no pedirle permiso al Presidente para viajar como le pasó a María Novaro, de Imcine; y en el futuro hasta les pueden desatar trombosis a los secretarios seniors cuando vuelen 14 horas a algún país asiático, en calidad de “embutidos” en un asiento de clase turista.

Por si fuera poco, los funcionarios, que debido a la naturaleza de su encargo, deben ir al extranjero tampoco lo están haciendo, para no importunar al mandatario, quien considera que viajar es una necedad.

Recientemente, la Secretaría de Turismo, que lleva Miguel Torruco, canceló tres viajes internacionales por esta peculiar visión.

El primer caso fue el de Ernesto Santillana, director jurídico de la Sectur, quien no tuvo la autorización de la Presidencia para ir a un viaje pagado en el extranjero sobre las perspectivas legales del turismo, que se llevó a cabo en Hong Kong del 22 al 25 de mayo.

Mientras, Alfonso Ballesteros, director de Asuntos Internacionales de Sectur, no pudo ir a Washington este fin de semana para asistir a una conferencia sobre seguridad convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA).

No obstante que la OEA correría con todos los gastos y en donde, además, México ocupa hasta 2021 la presidencia de la Comisión Interamericana de Turismo.

Ballesteros tenía la autorización de Torruco, pero entonces les dijeron que le tenían que pedir permiso a López Obrador y mejor evitaron el viaje.

Además, ni Torruco ni otro funcionario de Sectur acudieron a la Comisión Regional para las Américas de la Organización Mundial de Turismo, que se llevó a cabo el 16 de mayo, encabezada por Zurab Pololikashvili su secretario general.

Así es que en lo que resta del sexenio (nada más cinco años y medio) los funcionarios de Sectur tendrán que conformarse con ver el panorama internacional, pero de “lejitos”.

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