¿Cómo se hace una ley de turismo?
Lunes, 05 Marzo 2012 01:13

Palacio Legislativo, Montevideo, Uruguay Palacio Legislativo, Montevideo, Uruguay
Las leyes nos las damos los humanos para reglar nuestra convivencia y las mismas, siempre, deben ser elaboradas en el mayor consenso posible, así es la Democracia. Si tuviésemos la posibilidad de ver en perspectiva desde lo alto, para ser gráficos, desde un globo aerostático o para estar más en onda, a través del Google Earth, veríamos nítidamente el escenario del turismo del Uruguay y sobre el mismo, a los diferentes actores. Veríamos gente, ningún Dios, tampoco líneas divisorias que separen a los buenos de los malos, a los del norte de los del sur, a los de adentro de los de afuera y tampoco, a los públicos de los privados.
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Consideraciones varias


Acceder a la paternidad de las cosas, máxime cuando son importantes, como para que la historia las recuerde, todos lo queremos, aunque algunos lo aceptemos y otros no. En ese contexto, con respecto a la nueva ley del turismo del Uruguay, estamos viendo como, humanamente entonces, se ha planteado la dicotomía y las dos partes protagonistas principales, quieren tener el derecho, cuando nazca, a registrar al bebé.

Debemos aceptar que el turismo es la industria desconocida por la inmensa mayoría y que son muy pocos los que lo entienden y la mayoría de ellos, están en la actividad privada. Dentro del gobierno actual, como ocurre con todos, sean del signo que sean, hay muy pocos entendidos en turismo.

Las reglas del juego (las leyes) deben construirse fundamentalmente a partir del conocimiento, del empirismo, entonces, deben participar en ello, los idóneos, quienes tienen actuación y conocimientos probados, sean del sector que sean. No deberían estar ausentes protagonistas con casi medio siglo de actuación en la actividad, como es el caso  de algunos actores de la actividad que conocemos y como es nuestro propio caso, habitualmente discriminados por ser "prensa".

El proyecto de ley que llegue al Parlamento para su aprobación, debe ser elaborado, si o si, por consenso de TODA la actividad y en esa elaboración, tienen que tener protagonismo los privados, por el simple hecho que son quienes van a tener que adaptar su gestión a la ley y eventualmente "sufrirla".

En la actual conducción del turismo hay gente muy valiosa, comprometida y trabajadora. No es nuestra intención EN ABSOLUTO, poner en tela de juicio ni sus valores personales, su ética y sus intenciones, simplemente sostenemos que en la actividad privada hace años que se está trabajando en un proyecto de ley, acerca del cual fue presentado un borrador en noviembre pasado al Ministro Lescano y por lo que pudimos saber, no fue casi tenido en cuenta en el documento presentado el pasado viernes 2 en el Ministerio de Turismo.

Ese borrador -al cual el lector puede acceder al final de este artículo, al igual que al presentado ahora por el Ministerio de Turismo y Deporte-, si bien fue confeccionado por el Doctor Julio Facal, en base al know how adquirido en años de actuación en el sector, refleja en muchos aspectos la idea de los diferentes empresarios que han sido consultados por él e inclusive, contiene diferentes sugerencias recibidas por los diferentes actores.

Esos diferente sectores a los que aludimos, son los que integran la Cámara de Turismo y en el momento actual, de ellos, está faltando la posición de AUDAVI, la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes, que cambió sus autoridades sobre fin de año y aún no se ha pronunciado, lo cual sería necesario que ocurriese más temprano que tarde.

Empresarios disconformes

A pesar que no tuvimos la oportunidad de presenciar la reunión en el MINTURD, después del mediodía del mismo viernes, comenzamos una extensa ronda de consultas a diferentes actores de la actividad, quienes no vieron con buenos ojos lo expuesto por el MINTURD y afirmaron que si bien se vio positiva la convocatoria tras 3 años de espera y luego de que se presentara un proyecto de 82 artículos como iniciativa del propio ámbito privado donde se contemplaban los puntos que se entendían eran fundamentales para avanzar, se entiende que debió haberse convocado a trabajar en conjunto y se espera que se pueda llegar a confrontar ambos proyectos.

De todas las opiniones recogidas, podemos resumir el análisis del proyecto presentado por el MINTURD de la siguiente manera:

Es bastante menos ambicioso que el de la CAMTUR, se limita a actualizar la vieja ley de 1974.

Es una ley muy breve de 32 artículos que no tuvo en cuenta ni la creación de los Institutos propuestos por el sector empresarial como el Observatorio de turismo, Inventario de recursos turísticos, EMPROTUR (empresa mixta de promoción turística) ni los Consejos Interdepartamentales de turismo o el Comité interministerial de turismo que hacen a la coordinación administrativa.

Tampoco se abordaron temas relativos al ordenamiento de los recursos turísticos tal como preveía el capitulo del proyecto redactado por el sector empresarial, donde el Estado tendría valiosas herramientas para poder aportar a la Comisión creada por la Ley de Ordenamiento territorial.

Los empresarios destacaron también "que no se redefinen los conceptos de prestador y turista tal como fuera previsto en el proyecto presentado ni tampoco los derechos y obligaciones quedando flancos muy grandes, en materia de responsabilidad".

En efecto, el proyecto del Ministerio consagra la responsabilidad SOLIDARIA de mayoristas y minoristas, quizás tomando seguramente de la ley argentina de defensa del consumidor, la cual ha sido muy cuestionada. El proyecto del sector empresarial consagra la responsabilidad de acuerdo a la forma de actuación en el mercado y la información brindada al turista.

Tampoco fueron tomados en cuenta ni los aspectos relativos al comercio electrónico (los privados proponían certificación y registro así como sello de calidad) ni el CEMETUR (Centro de mediación turística en destino), que implicaba una rápida forma de solución de litigios en puntos neurálgicos como puertos y aeropuertos.

Respecto del Registro Nacional de Turismo propuesto por el proyecto de la CAMTUR, el MINTURD se limitó sólo a un registro de prestadores, cuando necesariamente debía ser más abarcativo, registrándose no solo los prestadores sino también entre otras cosas el comercio electrónico y dentro de ésto los portales de información lo cual no fue tenido en cuenta.

En principio las discrepancias son muchas pero los empresarios esperan revertir esta situación y que sean llamados a trabajar en conjunto, dado lo histórico del momento que se vive.

El viernes se entregó el proyecto del MINTURD  a quienes se hicieron presentes y se les solicitó su opinión, estimándose que para el mes de mayo habrá de ser presentado al Parlamento.

Nosotros aguardamos que cambie la situación creada y que se trabaje en consenso de aquí en más, sin posturas inflexibles, con mucho diálogo y amplitud de criterios.

Portal de América

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