Refiriéndonos a FITUR, ITB, WTM, decíamos que:

"Hemos escuchado en forma reiterada el cuestionamiento a la presencia de Uruguay en eventos como FITUR en Madrid, ITB de Berlín o el WTM de Londres y se nos ha preguntado si conocemos las estadísticas de resultados directos que arroja la presencia en las mencionadas ferias. No los conocemos, no creemos que existan y si pensásemos solamente en analizar la presencia de nuestro país en lugares tan distantes, como generadora de turismo hacia nuestro destino, gritaríamos de modo desaforado que no hay que ir, que no hay que gastar un solo peso en ello.
Pero la cuestión no es tan elemental, es bastante compleja y la asistencia o ausencia de "las grandes ligas", hay que medirla con un metro muy diferente, con el de "ser o no ser", más que con el de "estar o no estar"."

Y nos sincerábamos:

"Cada día que pasa, nosotros somos más críticos de las ferias y estamos convencidos que no son todo lo que se dice acerca de ellas, que hay demasiadas en el año y en el mundo y que hay que ser muy selectivos y acudir puntualmente a no más de tres o cuatro a nivel internacional y a las más representativas a nivel regional."

Acerenza, en Rentabilizar la participación en ferias II: Selección de las ferias en que se participará, del 11 de julio, dice;

"El primer punto a tomar en cuenta en el proceso de selección de las ferias en las cuales se participará, son las directrices del Plan de Marketing del destino en el cual se establecen los mercados a los cuales se orientarán las acciones y los objetivos que se pretende alcanzar en cada uno de ellos."

Posteriormente reflexiona:

"...es un hecho de que los organismos de turismo en años anteriores ya han participado en ferias y bolsas de turismo para apoyar las acciones tendientes a la promoción y venta de la oferta turística de sus destinos por lo que, partiendo de esta premisa, lo primero que se debe hacer para seleccionar las   más apropiadas para volver a participar, es analizar los resultados obtenidos en la asistencia anterior a  estos eventos".

Entonces aconseja:

Al término de las ferias en las cuales se ha asistido, el funcionario del organismo de turismo que coordinó y supervisó las  actividades desarrolladas en ellas, seguramente tiene que haber presentado un detallado informe sobre los resultados logrados en las mismas.    El análisis de dichos informes debe tener como propósito por tanto:

a)    Identificar las ferias y bolsas de turismo en las cuales  participó el destino en el año anterior.
b)    Saber cuantos prestadores de servicios turísticos del destino participaron en ellas, y  cuantas citas programadas atendieron en la sala de negocios
c)    Tomar conocimiento del volumen de negocios reportados por los prestadores de servicios en  estas ferias.
d)    Cuantificar el número de Mayoristas, Tour Operadores y Agentes de Viajes que se contactaron en el stand que presentó el organismo de turismo
e)    Conocer cuantos de dichos contactos eran clientes efectivos, es decir, que ya incluían al destino en sus programaciones de venta.
f)    Verificar si la lista de los contactos obtenidos por el organismo de turismo en el stand durante la feria, se distribuyeron entre los prestadores de servicios del destino una vez que se regreso del evento.
g)    Saber cual fue el costo total de la participación en cada una de las ferias.
h)    Estimar el costo-beneficio de estas participaciones, para conocer a que costo se lograron los resultados obtenidos en estos eventos.

El deber (¿o el debe?) de la actividad privada

En el remate del artículo editorial que estamos analizando decíamos:

"Quien piense que la promoción de un destino o aún más grave: el márquetin del mismo, se reduce a ir o no ir a las ferias, a nuestro modesto entender se equivoca y feo. Se impone lo antes posible un análisis a fondo de este tema, con la actividad privada en primera línea, cuestionando, preguntando, exigiendo datos estadísticos y resultados pero, a la vez, acudiendo a esa cita con los datos propios, con sus estadísticas, con sus convicciones. La mala noticia es que para ello, habrá que cambiar mucho de actitud y de actores e invertir."

Acerenza en Gestión nacional del turismo VIII. Control de la gestión nacional del turismo, del 10 de mayo decía:

Lógicamente, si la conducción del turismo no obedece a los lineamientos de un plan nacional de turismo que tenga objetivos claros, estrategia definida, precise los programas de acción, y que establezca además, plazos y responsabilidades para la ejecución de los mismos, no es posible evaluar la gestión desarrollada por el organismo de turismo, y la actividad turística marcharía a la deriva sin rumbo fijo y el único responsable, por esa omisión,  sería el titular del sector.

Por supuesto que en tal caso, el organismo de turismo podría ser observado por el incumplimiento de uno de los cometidos que se le fija en la ley de turismo y que es precisamente la elaboración del plan nacional de turismo.   Como ya ha sucedido en el caso concreto de México, donde la Auditoria Superior de la Federación, organismo dependiente de la Cámara de Diputados, dictaminó en su informe sobre Fiscalización de la Cuenta Pública de 2008, que la Secretaría de Turismo no dispuso de un programa institucional para planear la conducción del desarrollo de la industria, y señaló textualmente “En cuanto a la planeación para conducir el desarrollo de la actividad turística, la Sectur no dispuso de un programa institucional en el que se precisen objetivos, metas, estrategias y prioridades, la asignación de recursos, responsables y tiempo de ejecución para evaluar sus resultados”.  Casualidad o no, lo cierto es que pocos días después de hacerse público en la prensa nacional ese dictamen, el 10 de marzo el titular de la Secretaría de Turismo fue sustituido.


Como vemos entonces y como lo venimos sosteniendo desde hace mucho tiempo, en Uruguay, estamos cometiendo el gran error de no analizar, de no debatir, de no intercambiar ideas sobre estrategias. Cada vez que en una reunión alguien plantea un debate siempre se le contesta que no hay tiempo y todos miran los relojes.

Lamentablemente, algún día, de seguir así,  el tiempo nos va a sobrar. Sólo hace falta para ello, que cambie el viento.

¿Cuánto hace que no tenemos un Congreso Nacional de Turismo?.

Hace poco nos espantaron anunciándónos que se estaba pensando en crear una nueva feria !!!!

Hay que debatir, hay que cambiar ideas, hay que planificar y no seguir haciendo más de lo mismo. Los cantos de sirena y que coyunturalmente se nos considere un caso de éxito, puede deberse a una serie de factores pero seguramente, en los que muy poca incidencia ha tenido la planificación y la estrategia.

Para el remate, vale una cita que está usando mucho actualmente el Ministro Lescano: "que las luces de los logros actuales nos iluminen y no nos encandilen".

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