En Punta del Este, el gobierno departamental quiere construir el triple de metros cuadrados que se hicieron desde el 2005 al 2010, en un solo proyecto, el del Eje Aparicio Saravia-Rincón del Indio, construyendo bloques en altura lo cual configura una notoria excepción y ello, no está para nada bien visto por las autoridades municipales de Punta del Este, ni por las cinco corporaciones que integran la Liga de Punta del Este.

Son temas diferentes, con antigüedad diferente, pero con un hilo conductor que es la gente, los habitantes de cada lugar, quienes se verán afectados o beneficiados, de acuerdo a la resolución que se tome en cada caso.

En el caso del puente de la Laguna Garzón, parecería que la opinión de la DINAMA, perteneciente al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, sumada a la de la ONG Vida Silvestre y a vecinos de José Ignacio, serían los obstáculos más importantes para el MTOP y los dos gobiernos departamentales.

El cuidado del medio ambiente es algo que muy poco se tiene en cuenta cuando de desarrollo, de intereses económicos y de futuro se habla pero, a los gobernantes de Rocha y Maldonado los eligió la misma gente que se verá afectada o beneficiada y además, la encuesta de una empresa seria como CIFRA, es por demás elocuente.

Entonces, si además se tiene en cuenta que un técnico de confianza del Presidente de la República, a quien éste le habria encomendado una especie de auditoría sobre el veto de la Dirección de Medio Ambiente, estaría diciendo que algo huele mal porque se estarían anteponiendo intereses personales, estaríamos llegando a un punto tal que nos hace pensar que no estaría nada mal, hacer una consulta popular.

Lo del Eje Aparicio Saravia-Rincón del Indio, además de ser un tema en el que importa y mucho la afectación a la ecología, por ende al medio ambiente, el argumento en el que se ha insisitido en las últimas horas por notorios referentes del turismo local es que de concretarse la construcción de casi 5 millones de metros cuadrados y de hecho, construir prácticamente una nueva península, lo que se estaría haciendo además, sería cambiar radicalmente la identidad de Punta del Este, convirtiéndola definitivamente en ciudad, en desmedro de su condición de balneario, la cual aún, a pesar de todo, todavía conserva.

Tanto el caso del puente sobre Laguna Garzón, como el del Eje Aparicio Saravia-Rincón del Indio son temas muy sensibles, cuya dilucidación, en uno u otro sentido, puede llegar a convertirse en traumática. Por eso, nada más, pero nada menos que por eso, es que estimamos que no sería descabellado someterlo a consulta popular.

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