La decisión del gobierno de José Mujica de impedir el acceso y amarre, a barcos ingleses con banderas de Malvinas, generó la reacción del Primer Ministro David Cameron, quien calificó la medida como "muy inquietante" y que: “sería muy decepcionante que Uruguay haya resuelto apoyar los vergonzosos intentos de la Argentina”.

Como se ve entonces, en idioma también rioplatense, "sin comerla ni beberla", nos vimos y nos vemos, enfrentados a dos poderosas naciones europeas, por dos motivos bien diferenciados pero por un solo causante.

La presión por saber acerca de los inversores argentinos en Uruguay: "en que, cuanto, como, hasta cuando y todo lo más que se pueda", no tuvo siquiera que cruzar el Atlántico para llegar al oído del mandatario galo quien no dudó en hacerle chás-chás en la cola al gobierno oriental  y advertirle que debía portarse bien.

La solidaridad latinoamericana o "unasureña", llevó al mandatario Mujica, con sus determinaciones, a ponerse decididamnte del lado de su par CFK, nuevamente en el tema Malvinas.

Lo de Sarkozy casi no preocupa pues ya está zanjada la situación, la cual fue creada con acusaciones insostenibles, pero lo de Cameron, no es moco de pavo, conociendo como se mueve la diplomacia británica y en este caso concreto, su premier.

A pesar que lamentamos dolidos, la levantada de centro a Sarkozy para que nos ataque contundentemente, compartimos la solidaridad por Malvinas. Si hay que predicar con el ejemplo, esta es una buena oportunidad.

Sería muy buena cosa que quienes deban hacerlo, tomen debida nota, especialmente los tirabombas wébicos, quienes siempre, escudados en el anonimato, aprovechan también para intentar hacernos chás-chás y descalificarnos.

No se trata esta reflexión de patriotismo ni de revanchismo, es simplemente, pasar al texto lo que muchos, la inmensa mayoría de este lado de los ríos sienten, ante algunas injusticias cometidas en su perjuicio.

No podemos olvidar los hechos iniciados en abril del 82. Durante todo el conflicto estuvimos pegados a la radio, sufriendo lo que para nosotros, fue la primera guerra en las cercanías.

Aún nos conmueve la imagen de los pibes con rostros temerosos y casi sin entender porqué y para qué iban al frente.

La libre determinación de los pueblos nunca fue para nosotros un cliché; es algo en lo que creemos profundamente y alentamos y corre para todos los pueblos, sin excepciones, pero, si la disputa involucra a un hermano, nunca dudaremos de que lado hay que ponerse, por eso, nada más que por eso, exigimos lo mismo y para ello, habrá que tener buena memoria.

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