Al igual que cantar, escribir o bailar, hablar es un arte. Como para comunicar el turismo, generalmente (y por ahora, al menos) no es necesario cantar ni bailar, analicemos escribir y hablar.

Escribir

Hay varios estilos y como ya lo hemos sostenido en muchas oportunidades, la extensión de los articulos la determina el interés de su temática y las frases, cuando se componen con las palabras justas, bien hilvanadas, no requieren negritas, subrayados ni comillas.

Hablar

No es gratis siempre, como se afirma con asiduidad. En los eventos para hacerlo, hay que contratar amplificación y eso cuesta dinero.

Cuando el evento es nocturno y se convoca antes de las 20 horas, quien vaya a hacer uso de la palabra, sobremanera si su speach comienza bastante después de esa hora (como suele ocurrir), deberá tener en cuenta que la inmensa mayoría de la audiencia, está sin probar bocado, al menos desde mediodía, tiene sobre sus hombros el cansancio natural de la jornada y pretende, que terminen cuanto antes los discursos, para poder comer algo, beber obviamente y habiendo cumplido, retirarse. Bien para regresar a su hogar lo antes posible, bien para irse de trampa aprovechando la bolada ( y no me vengan con que es una mirada machista porque mis congéneres, no tienen la exclusiva de la trampa).

Sería recomendable que el orador se refiera en su mensaje hablado, al mismo tema para el que se ha convocado a los invitados...¿Suena raro?, no debería, es muy frecuente que uno acuda por lana y salga esquilado.

Sería recomendable que cuando se trate de un lanzamiento de algo, se hable sobre el algo y no, aunque reditúe, de cosas pretéritas, ya hechas, archiconocidas.

Sería recomendable tener en cuenta que si bien "el chupete", tiene un atractivo irresistible, ya estamos grandes...

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