Es bastante común y corriente que haya columnas de opinión o artículos editoriales, analizando y criticando gestiones públicas.

Es muy poco frecuente encontrar críticas a la actividad privada.

Nosotros cuando sentimos que debemos hacerlo lo hacemos y a comienzos de este año, fieles a nuestros principios, por cumplir con ello, bastante revuelo causamos y bastantes consecuencias tuvimos. De un plumazo dimos un gran paso hacia la excelencia del relacionamiento (ejercer la opinión es un tamiz inapreciable) y confirmamos que se puede hacer periodismo independiente.

Eso si, cuesta caro, pero...

En esta nota no vamos a dar nombres propios pero, será muy fácil adivinar a quienes nos referiremos en cada caso.

Hace algún tiempo, en el PDU, escribimos acerca de la necesidad que tienen las corporaciones del turismo moderno de contar con equipos profesionales para llevarlas adelante. Hoy redoblamos la apuesta, decimos que aquellas Cámaras, Asociaciones, Federaciones o cualquier tipo de nucleamiento del sector que carezcan de un equipo ejecutivo, o al menos, de un gerente o secretario general (rentado eso si y muy bien rentado) y de una secretaria ejecutiva, no tienen razón de ser.

El turismo es para entendidos y para que funcionen las instituciones, que son las que deben hacer funcionar los colectivos, para que a su vez, se cumpla con la premisa de correcta distribución de la riqueza que genera la actividad, esas instituciones deben ser gestionadas por profesionales. Cuando decimos profesionales, nos referimos en primer lugar a Baqueanos (ja ja, dijimos Baqueanos si, aunque ese título no lo dé ninguna Universidad), esto es, operadores turísticos, ex operadores turísticos, gente con costra empírica a la que no haya que enseñarle, sino que al revés, sirva para desasnar dirigentes paracaidistas de quienes ninguna institución está libre.

Con reparos, también pueden ocupar esos cargos algunos técnicos o licenciados.

En el turismo moderno hay que gestionar, argumentar, negociar, convencer, con datos de la realidad. Con estadísticas, con encuestas, con tendencias.

Seguimos sin dar nombres propios pero situemos un escenario: Uruguay.

Hay instituciones que deberían ser ejemplo por nuclear un amplio espectro del empresariado y para ello, en este mundo moderno, ¿qué mejor tarjeta de presentación que una página web?. Bien, varias veces hemos criticado la falta de actualización del sitio de una de las corporaciones supuestamente muy importante. Acabamos de darle una mirada a la portada y nos encontramos que donde pretendidamente debían poner noticias, ahora hay un mensaje institucional, por ende atemporal, pero fuimos a dos enlaces que están en la columna de la izquierda y nos encontramos con material de 2010 y de 2008...

Ya lo hemos dicho, con mucha inteligencia, las máximas jerarquías estatales del sector suelen destacar la mancomunión que existe con esta corporación, a los ojos de todos, representativa de la actividad privada. Pues bien, quienes acuden a las reuniones, quienes tienen activa participación institucional, la casi unanimidad de ellos hombres y mujeres de bien, no se les conoce ningún logro en el turismo. Nunca hicieron una encuesta, no tienen la menor idea de lo que es un GDS, un GDA, que funciones cumplen. Hay excepciones claro, como en todos lados, pero esas excepciones tampoco cumplen con el rango de entendidos en turismo. ¿Alguien puede fantasear con la idea que desde ese lugar salga un barómetro de turismo...?.

Al parecer no hay ningún tema en el turismo que merezca debate. ¿Cuánto hace que no hay un congreso nacional de turismo?

Tenemos más que claro que cada vez que escribimos algo como esto, acrecentamos nuestra reales posibilidades de vender poca publicidad en el sector y eso no nos preocuparía tanto si al menos consiguiésemos alguna reaccion positiva, pero...al parecer, continuamos regando en el desierto.

Portal de América