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En estas horas, luego de mi columna anterior Tiene razón Sarkozy, Uruguay es un paraiso... natural, no fiscal  han llegado algunos (no muchos) comentarios que apelan a la legendaria inquina existente entre una (felizmente) minoría rioplatense (de ambos lados) que ronda la xenofobia.

Por las dudas, avisamos por este medio: tampoco lo vamos a alentar y por eso, no fueron ni serán publicados.

Los otros partidos Argentina-Uruguay

Invariablemente, antes del estío, es decir ahora en primavera, en Uruguay solemos rezar para que Argentina no se resfríe, de manera que nosotros no tengamos pulmonía.

"Que se resfríe Argentina", significa que haya devaluación del peso de allá; que se bloquee el Puente General San Martín; que se disponga una evaluación fiscal para la compra de divisas o lo que es peor, que haya tirantez política, como ha habido tantas veces, como hubo hace poco y como puede volver a haber, por culpa de...esteeeee.....¿Sarkozy?.

No sé porqué, me parece que estamos cometiendo el mismo error que en la antigüedad: estamos matando al mensajero.

Pero lo que no debemos perder de vista, al menos de este lado de los ríos de la Plata y Uruguay, es que hay que poner el foco única y cuidadosamente en lo que haga y diga el espectro político y principalmente el gobierno, del otro lado de los ríos.

No debe confundirse el contexto y no generar, mucho menos desde aquí, "movidas" mediáticas generalizadoras.

Siempre sostuve que el dinero peor gastado en publicidad del destino turístico Uruguay, es el que se invierte en Argentina.

Nuestros históricos mejores clientes turísticos, siempre que las condicionantes los favorezcan van a venir; los mejores inversionistas, casualmente los mismos mejores clientes turísticos, van a seguir invirtiendo y los mejores depositantes de capital en nuestro sistema financiero, casualmente los mejores clientes turísticos y los mejores inversionistas, van a seguir depositando en nuestra plaza.

Entonces, la pelota que puso Sarkozy en nuestra cancha, por nuestra parte, inteligentemente, civilizadamente y en lo posible, diplomáticamente, más tarde o más temprano, sera superada, perdón, será devuelta y solamente en esos ámbitos deberá recordarse que el dinero de Santa Cruz está en el que sin dudas es un paraíso fiscal, el Principado de Liechtenstein y no, diciéndolo por la tele quien ya tuvo que ir al otro lado del río, lagrimeando, a pedir disculpas por su propio exabrupto.

Por lo tanto, como dijo aquel: uruguayos, uruguayas, hagan la plancha, no hagan olas, aún no llegaron los surfers y tienen que venir.

Nos vemos.

Portal de América - por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter