El Código Ético Mundial para el Turismo había sido adoptado por la OMT en la celebración de su décimotercera Asamblea General realizada en Santiago de Chile en 1999.
El Código considera diversos ámbitos de aplicación, entre ellos la protección al consumidor, la responsabilidad corporativa, la protección de la infancia y de los grupos de población más vulnerables, la sostenibilidad cultural y medioambiental, el diálogo entre culturas, así como su visión del turismo como potenciador del desarrollo y de los derechos humanos fundamentales, en línea con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas.
Empresas españolas de primera línea ya han firmado el código ético de la OMT y el de conducta ECPAT.
Firmando el ECPAT, End Child Prostitution, Abuse and Trafficking, se comprometen a establecer una política ética en relación a la explotación sexual de niños.
Esperamos que de una buena vez, la familia mundial del turismo honre este tipo de compromisos que suscribe y que no dé lugar a que se la siga considerando una de las actividades en las que a nivel mundial, reina la hipocresía.
Si se va a aplicar la protección al consumidor en realidad, habrá que comenzar a legislar a velocidad supersónica en el comercio del turismo a través de la web por ejemplo y a cortar con los abusos de las entidades financieras, por ejemplo, las emisoras de tarjetas de crédito.
Si se va a velar por la responsabilidad corporativa, deberá exigírseles a los empresarios privados que conducen las corporaciones turísticas, sobremanera en los países en desarrollo, que se preocupen en la real capacitación de sus recursos humanos.
Para que la protección a la infancia y a los grupos de población más vulnerables, sea efectiva, habrá que aplicar, en cooperación con los gobiernos y más específicamente con las autoridades judiciales y policiales de los distintos países, el mayor rigor para erradicar, no solamente a operadores inescrupulosos que manejan el turismo sexual infantil, sino también a los impunes empresarios hoteleros, del transporte y del turismo, que siguen explotando a sus recursos humanos.
Véase una vez más que se aplica por parte de la máxima autoridad mundial del turismo, la definición "Sostenibilidad" (no sustentabilidad), al referirse a cultura y medioambiente y que también una vez más se llama a observar la visión del turismo como potenciador del desarrollo y de los derechos humanos.
En este último punto entonces, sería bueno recordar específicamente que los gobiernos deben comprometerse a garantizar a sus ciudadanos y a los de los países vecinos, la libre circulación de bienes y personas y que nunca más nadie goce de la impunidad de bloquear caminos y puentes.
Enhorabuena a los organizadores de este primer congreso y ojalá que se cumplan todos los postulados del Código Ético Mundial para el Turismo (si lo desea, puede descargar el archivo en PDF, al final de este artículo).
Portal de América