Veamos un caso concreto

El miércoles 17 de agosto a las 00.23, subimos el artículo: México: Turismo internacional creció 3,3 por ciento en el primer semestre, con 11,4 millones de arribos
El lunes, 22 de Agosto a las 13:21 subimos el artículo: Turismo extraviado y en crisis
En el primer caso, los colegas de CND, reproducen datos oficiales aparecidos en varios medios y dicen: "México ha recibido en el primer semestre del año una cifra total de 11 millones 440 mil visitantes internacionales, lo que representa un incremento de 3,3% con respecto a igual período de 2010, informó la Secretaría de Turismo (Sectur), basada en cifras publicadas por el Banco de ese país. Estos arribos dejaron una derrama económica de 161.7 dólares por turista en promedio, 5,2% más que lo registrado un año antes. "

En la otra nota, el colega Raymundo Camargo, de Unomásuno, afirma: "Los viajes ilustran, pero en el caso de Gloria Guevara Manzo, titular de la Secretaría de Turismo (Sectur) pareciera ser al contrario. Mientras este sector es uno de los más decaídos y golpeados por la crisis, Guevara Manzo se la pasa viajando a costa del erario público y gastando cantidades exorbitantes de dinero en onerosas campañas publicitarias que más bien parecen cuentos de hadas, pero no promueven el turismo hacia México. Datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT), revelan que paulatinamente México ha caído estrepitosamente en los escalones de posicionamiento turístico en el ámbito internacional."

Podríamos intentar entrar en el análisis de cual de las dos afirmaciones es creíble, a bucear en toda la información y procurar hacer nuestro propio diagnóstico pero, preferimos una vez más, tomar por el atajo y contactar una fuente confiable en el país azteca y el comentario fue esclarecedor: "no hay mayores inexactitudes en la opinión de Camargo".

La total indefensión  ciudadana

El tan usado efecto multiplicador de la derrama de divisas que provoca el ingreso de turistas a un país, cumple como bien se dice el rol de distribuir generosamente y como ninguna otra actividad la riqueza entrante, pero, a la vez, se convierte en el factor determinante que hace quasi imposible medir con exactitud científica la captación de divisas.

La otra parte importante de la información es sin dudas, el número de visitantes o turistas que se registran en los destinos turísticos.

¿Están bien confeccionados los formularios de migraciones?

¿Debe validarse como inobjetable la categoría que señala el ingresado?

¿Es fiel el dato que indica que viene por turismo o negocios o a ver familia?

¿Deben contabilizarse como turistas a los visitantes nacionales residentes en el exterior?

¿Quien mide el resultado de una gestión en turismo?

Las administraciones de los organismos rectores del turismo de una nación deberían publicar, no más allá de un trimestre posterior a la toma de posesión de los cargos, el plan de gestión. Se supone que en la etapa pre-electoral, la fuerza política que resulta vencedora tiene su plan de gestión turística estructurado (¿se supondrá?).
No se nos ocurre otra forma de contralor que la existencia de un organismo técnico que evalúe mucho más que el manejo de fondos, la pertinencia del gasto y los datos estadísticos convencionales.
Un ente de contralor de este tipo, debería contar con la idoneidad suficiente como para medir por ejemplo, la incidencia en la generación de empleo que provoca el turismo en el comercio, la gastronomía, el transporte, la agroindustria. Debería poder medir si se compadecen los aportes impositivos con los índices de ocupación hoteleros declarados mediáticamente y cosas por el estilo.

Mientras no se meta el dedo en esta llaga, deberemos resignarnos a seguir aceptando información a pie juntillas o a talentear empíricamente, los resultados que cada quien nos quiera trasmitir.

Portal de América