Por otro lado, el Senador Moreira, quien ha hecho de Pluna su caballito de batalla preferido, sigue sumando pasivo sin acreditar activos y ya anda por los 300 millones de deuda y nunca contabilizó la integración de capital que hicieron los socios privados Leadgate y Jazz.

En los 75 años de historia de Pluna, cuesta encontrar algún director que haya quedado en el recuerdo por haber hecho una gestión positiva y hasta 2007, Pluna era un agujero negro para la economía uruguaya, no cumplía con el cometido de una aerolínea de bandera y la única cara positiva que ofrecía para el análisis, era la de ser generador de más de 600 puestos de trabajo.

En toda su historia, inclusive en la actualidad, otra de las características de la compañía fue la de convertirse en el "cañón anitiaéreo", dado que imposibilitaba (e imposibilita) la llegada de competidores directos.

Nunca cumplió, ni cumple, la tan utilizada y malgastada función de instrumento a favor del turismo uruguayo. Puede contabilizarse como una declaración de voluntad pero jamás, como eso que se señala una y otra vez.

Campiani y compañía no son los culpables que el Estado uruguayo les hubiese entregado la compañía en la forma y condiciones que se las entregó y tampoco los responsables que el Estado uruguayo haya salido de garantía por la compra de los primeros siete Bombardier.

Campiani y compañía tampoco tienen la culpa de haberse cruzado con un Secretario de Transporte de la calaña de Jaime en la Argentina y después con el entorno K que a Mujica le sonríe pero a los que les pueden hacer alguna sombra los fumigan sin asco y fue lo que le hicieron a Pluna con Bariloche, Trelew y Aerovip.

Campiani y compañía no tienen la culpa (en todo caso, tienen el mérito) de haber apostado a un equipo gerencial de categoría para lograr los resultados operativos que hicieron bajar tremendamente el déficit y potenciaron el crecimiento de imagen y de red operativa de los últimos ejercicios.

En cambio, habría que ver con lupa la responsabilidad de Campiani y compañía en -según se informa-, los poco claros gastos en asesoria y en bonos al equipo gerencial, rubros que sumados representan varios millones de dólares.

O tengo gerentes capaces o tengo asesores caros y mal puedo otorgar bonos si tengo déficit, parece de Perogrullo.

Es tan simple como eso pero lo que no hay que continuar haciendo, es seguir embarrando la cancha y confundiendo a la opinión pública.

Nuevamente cito al gran filósofo Kesman: "una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa".

Pluna es un caso tentador desde el punto de vista político, que apunta a la quijada de la plana mayor de un sector importante del FA.

Políticamente, deberían tenerlo presente, el Ministro Pintado y los dos directores principales de Pluna Ente, pertenecientes a esa fuerza política. El enemigo no es Leadgate, ni SAO ni Jazz, en todo caso, podrían ser sus aliados.

Porque...pregunto:

Utilizando el mismo término de la Primer Dama hace unos dias: tanto que "cacarean" todos...,supongamos que desaparecen de la faz de la tierra Campiani y compañía porque venden, porque los echan, los deportan o lo que sea y Pluna vuelve al Estado en un 100%.

¿Qué hacemos con ella?

¿Ponemos otra vez los sobrantes de las elecciones para que la dirijan?, ¿Esperamos otra dictadura (cruz diablo) para que no dé pérdidas?, ¿Se la damos de nuevo al sindicato para que pierda 50 millones en dos años?,¿Le volvemos a pedir a Paul Elberse que nos consiga un socio?, ¿La cerramos y dejamos en banda a 700 familias y no recuperamos la inversión?

Ni muy muy ni tan tan, gente.

Ahora, otra pregunta:

¿Cuánto le puede costar al Estado uruguayo contratar una asesoría de categoría que les haga el diagnóstico exacto de la coyuntura y cuál debería ser el camino a seguir?.

A esta altura, Pluna es un tema que aburre.

¡Alarma!

¿A quien le sirve eso?.

N. de R.: para los colegas: el Gerente General de Pluna S.A. es Jorge Lepra. El cargo de Matías Campiani es el de Presidente.

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