Generalmente, cruzamos el "charco" por trabajo, pero siempre mezclamos, invariablemente. Es inevitable darse una vuelta por la gastronomía, algún teatro o centro comercial, sin olvidar las innumerables posibilidades de llegar a sitios históricos, espacios culturales o simplemente, algún enclave de moda.
Llegar a Buenos Aires sin tener la previsión de incluir en el presupuesto general del viaje, esas pausas de mantel blanco, vino tinto (sin soda por favor) y carne a punto, es un pecado que nadie puede cometer.
Otra de las obligaciones es disfrutar de una buena obra de teatro, de las tantas, que ofrece la cartelera porteña, más allá de las revistas y del pan caliente elaborado cuatro noches por semana por Tinelli y que se muestra generalmente en la Calle Corrientes con enormes marquesinas y excesiva grasa.
La receta es fácil, hay que guiarse por los nombres de los actorazos siempre vigentes. Hay que ver adonde actúa gente como el Puma Goity, Francella, Gasalla, Alcón, Los Arana (Facundo y Hugo), Leyrado, Grandinetti, Florencia Peña, María Onetto, Graciela Dufau y de esa manera, es muy difícil equivocar la elección.
Tablas
Una noche perfecta en Buenos Aires, quizás comience luego de haberse asegurado una buena ubicación para la obra elegida, en alguna de las salas del Paseo La Plaza, en Corrientes "al 1600", donde por ejemplo, actualmente, brilla Nacha Guevara en "Tita" y en "Baraka", varios de los famosos nombrados anteriormente.
El "antes", puede tener forma de aperitivo en alguna de las tantas opciones de los alrededores, dentro y fuera del complejo mencionado.
A la mesa
Satisfechos la mente y el alma, habrá que ir por conseguir lo mismo para el estómago y entonces, las empanadas tienen ese que se yo ¿viste?. Hemos preguntado la receta, hemos intentado pero, las mendocinas o las del norte, son inigualables.
Aunque de este lado del río, preferimos la leña al carbón y a pesar de haber mejorado enormemente, aún no cortamos la carne como los argentinos. Podríamos reconocer un bife de chorizo de los que sirven en cualquier restaurante porteño, así nos lo mostrasen en otra parte del mundo en plato de oro y diamantes.
Además de la forma, el aroma, es sencillamente instranferible.
¿Por qué hay que ir a Buenos Aires para tener guarnición de papas soufflé?. Y ni hablar si además, se ordenan a la provenzal...
El vino puede ser de Mendoza, de Salta o simplemente de la casa y seguramente, siempre, será disfrutable. Eso si, dos copas, la otra para la mineral con gas, nada de mezclar.
Para otra noche, tango
Imposible reflejar aún resumiendo, toda la oferta. Pero es lógico pensar en la creación de Edmundo Rivero, El Viejo Almacén del Barrio San Telmo, en Taconeando, el reducto de Beba Bidart en el mismo entorno o quizás en Madero Tango, en Puerto Madero.
Las compras
Todos hacemos lo mismo, primero caminamos por Florida, por Lavalle, husmeamos en Galerías Pacífico, quizás también en el Patio Bullrich, en El Abasto y terminamos comprando en Once, en Nazca y Avellaneda y si de cueros se trata, en Murillo y Scalabrini Ortiz. Claro, también advertimos, esta es una mirada típicamente parcial por aquello tanviejo que "sobre gustos...no hay nada escrito".
Y además
Todo lo que se le pueda ocurrir en todos los rubros. En gastronomía, cocina de autor, restaurantes temáticos y étnicos, los que quiera; en moda, para saber de que va, habrá que caminar la Avenida Santa Fé y hacerse tiempo para llegar al MALBA, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires en la Avenida Figueroa Alcorta o hasta Puerto Madero, para ver la colección Fortabat, entre una vastísima oferta. Pero Buenos Aires es tan apabullante que hay lo que uno busque: la noche es impòsible conocerla aún quedándose un mes. Reductos convencionales de buena musica, de buenos tragos o literarios; espacios para todas las opciones sexuales, culturales y religiosas, en fin, a esta altura del artículo, confesamos que nos quedó grande iniciar la serie con la capital argentina y modestamente, simplemente esperamos, haberles ayudado un poquito. Buen viaje.
Portal de América