Con el tiempo los fams han variado de orientación y en algunos casos y mercados se han ido desvirtuando de distintas maneras.

Muchos fueron ”fun tours”(fun por divertidos) caracterizados por su poco profesionalismo y otros una forma de hacer negocio algunos tour operadores, que cobrando un cargo mínimo lograban ciertos ingresos  mostrando un destino en baja temporada.

En general el fam es un mix de varios propósitos, que podían ser como un premio, un incentivo o una forma de cumplir con determinada empresa.  

Hoy en día el verdadero y original sentido del fam se ha restablecido.

En este mundo tan competitivo muchos destinos y servicios que necesitan posicionarse o hacerse conocer en distintos mercados emisores apelan a ellos.

Son especialmente frecuentes también las invitaciones de aquellos lugares que han atravesado por distintos problemas: violencia, inestabilidad política, crisis económicas o desastres naturales. Todos buscan mostrar que sus destinos están operativos y son turísticamente amigables.

En estas instancias el Agente de Viajes y el Operador Turístico han recobrado el papel protagónico que tuvieron años atrás, es decir antes del crecimiento de Internet.

Porque además de las coberturas de prensa ¿quien puede dar un testimonio más directo y convincente que un consejero de viajes?.

El decir “yo estuve ahí y todo estaba bien”, tiene un invalorable valor para un potencial viajero. Explicar que lo que pasó o pasa en tal país no afecta a tal región específica, tranquiliza más cuando nos lo dice alguien que nos ha atendido en la mayoría de nuestros viajes.

De este modo, lo que estaba envejeciendo se rejuvenece y es bueno darse cuenta de ello.

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