Pero estas circunstancias hay que ayudarlas.
Los que trabajamos en turismo sabemos de la importancia que tienen los deportes en general y el fútbol en particular: agencias, líneas de transportes y hoteles, entre otros, lo saben.
Esta experiencia directa indica que muchos de los aficionados que viajan, lo hacen aprovechando la oportunidad para hacerse una escapada, disfrutar entre amigos y hacer un corte a la diaria rutina. Tenemos ejemplos de sobra.
En estos casos, el deporte importa, pero el destino también importa. Depende de lo que éste ofrezca.
Lo mismo pasa con otros tipos de viajes.
Ahora en verano cuando el turismo urbano merma en Europa, su cartelera está repleta de grandes festivales en Edimburgo, Gantes,Salzburgo, Siena, Venecia, Montreux, Ginebra, Bayreuth, Avignon, Granada y Epidaurus y muchos otros que ofrecen música, teatro y danza para todos los gustos.
Nadie se queda quieto.
En Paris, el Museo Quai Branly obra del arqitecto Jean Nouvel, quizás la más reciente vedette de la ciudad, está abriendo varias exposiciones temporarias para este verano.
Pero la ciudad que recibe más turistas del mundo,no se queda conforme con su rico patrimonio material, siempre creciente: por décimo año montará su playa sobre el Sena, para satisfacción del público local y los visitantes. Como debe ser: bueno para su gente y bueno para el turismo.
La playa de Paris, es para nosotros todo un ejemplo: si ellos buscar refrescar el verano nosotros queremos un invierno más caliente.
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