Los viajes de incentivo y el “value”
Domingo, 03 Abril 2011 18:49

Los viajes de incentivo y el “value”

Nos hemos ocupado en la edición anterior, de los viajes de incentivo y la importancia que otorgan al “value for money” o sea la relación calidad precio. Recibir un viaje de incentivo, distintas formas de premiar o estimular con viajes, es un muy buen negocio, que ya tiene muchos años, pero que sigue creciendo. Por su calidad de premio o estímulo, el incentivo tiene que ser una experiencia inolvidable, ya se trate de un día en el campo o un viaje al Lejano Oriente.

CIFFT 1250x115
SACRAMENTO - proasur
SACRAMENTO radisson
Fiexpo 2024 1250x115
Arapey 1250x115
Mintur verano 1250x115
TSTT-1250x115


Los organizadores, que requieren cierta especialización, y las empresas que los contratan, cuidan mucho el presupuesto, como debe ser, por más que parezcan estar “tirando la casa por la ventana.”

Esto puede llamar a confusión a muchos proveedores que pueden presumir que todos sus precios van a ser aceptados y con ello arriesgan perder el negocio.

Como en muchos casos los incentivos ofrecen a sus invitados experiencias inusuales,  esta posibilidad está siempre presente.

Hemos visto muchos de estos casos, pero queremos referirnos a una experiencia que es a nuestro entender muy ilustrativa:   

Formando parte de un viaje de incentivo mezclado con “team building” y reunión corporativa, nos hospedamos en
una pequeña y encantadora localidad, cercana a una gran metrópolis, cuyos nombres prefiero omitir.

El programa incluía la visita al taller de un famoso alfarero, cuyas piezas recorren el mundo.

En la visita, el CEO de la compañía le expresó a una autoridad local que nos acompañaba, el deseo de obsequiarle una hermosa obra que a este le había gustado.
El alfarero, que ya sabría por los cuentos del pueblo, con que ampulosidad se gastaba el dinero,  quintuplicó, con extraordinaria rapidez, el precio de su obra, que el CEO no tuvo más remedio que aceptar.

Es lo que se puede llamar “costo de oportunidad”, pero todo no terminó ahí.

Luego la autoridad local sancionó fuertemente al artesano, el gerente local de la compañía fue severamente reprendido por llevar el grupo al taller de un señor tan inescrupuloso, por lo que la que compañía demandó al comercio y lo retiró de su lista habitual de proveedores de regalos corporativos.

El sobreprecio era comparativamente una cantidad insignificante, dentro del gasto de esa reunión, que durante tres días colmó de agasajos a unas cuarenta personas.

En resumen todos, de un modo u otro perdieron y en especial el prestigio de la localidad, ya que el incidente fue la
comidilla de todo el grupo, conformado por gente de las más variadas procedencias.

Todo el mundo quiere pagar el precio justo, pero las corporaciones y muchos viajeros son particularmente sensibles al respecto, no importa que lo que esté comprando o contratando sea extremadamente caro o ridículamente barato.

Lograr que los distintos proveedores actúen correctamente y no se aprovechen de circunstancias coyunturales, contribuye en gran forma al prestigio de un destino.

Es parte de lo que se llama conciencia turística, de la que tanto se habla.

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.