Agrega también, entre otras cosas, que las compañías de cruceros más allá del aumento de sus costos, se pueden ver afectadas por el aumento de los pasajes de las líneas aéreas, ya que son éstas quienes les acercan los viajeros a sus barcos.

Podríamos seguir por nuestra parte con estas conjeturas  y darnos cuenta como todas estas noticias del Magreb y del mundo árabe, aunque “ya nos aburran” con su presencia en los medios, también nos afectan.

Por lo pronto los problemas para el consumidor- o sea nosotros -pueden ser los mismos.

Las líneas de cruceros son las que vienen por aquí y nuestros puertos se las disputan.

Lo mismo podemos decir de las líneas aéreas y de las principales cadenas hoteleras que recibimos alborozados.

No estamos diciendo nada nuevo, pero nos refuerza en nuestra tarea de informar y estar informados y la vigencia de medios como el nuestro.

Egipto puede parecernos algo remoto.

¿Quien se acordaba de Mubarak hace dos meses?.

Pero afecta a nuestros agentes de viajes, a los tour operadores y por a supuesto a muchas de  las líneas aéreas que operan en el Atlántico Sur.

Estos movimientos han generado nuevas posibilidades a muchos destinos de la cuenca del Mediterráneo. ¿Cuales son las nuestras?

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