Oportunamente fueron publicados ambos borradores en este sitio. En la edición de ayer, publicamos el Esquema Básico de una ley de turismo, apéndice que será incluido en la próxima reimpresión del libro de Miguel Ángel Acerenza, Funcionamiento y Organización Institucional de Turismo, por la editorial mexicana Trillas, empresa que  ha producido la obra completa de nuestro compatriota.

Respetando (de verdad, no por mero formulismo), el trabajo de los letrados del Ministerio de Turismo y Deporte, el de Julio Facal y todos los que trabajaron en el borrador de la CAMTUR y el de nuestro compañero y amigo Miguel Acerenza, nos permitimos la licencia de opinar acerca de como vemos nosotros la cuestión.

Por supuesto que no nos vamos a poner en la soberbia posición de pretender enmendarle la plana a los profesionales de las leyes y a una autoridad del turismo internacional del prestigio de Acerenza pero, tampoco padecemos de falsa modestia y nos sentimos habilitados a exponer nuestro punto de vista con respecto a algunos puntos que entendemos claves al respecto.

Ministerio de Turismo

Hace siete años, para el libro no editado "Turismo, la industria desconocida", cuyos capítulos completos figuran entre otros trabajos nuestros en el Blog Editorial del Portal del Uruguay (click aquí), en el correspondiente a Ministerio de Turismo (click aquí)l, escribimos:"Nuestra sugerencia. Profesionalizar el organismo en todas las áreas; otra vez, seremos gráficos: que se parezca mucho más a una empresa de turismo que a una oficina pública. En el mundo, hay ejemplos para imitar; elijamos los buenos".

Si bien en esta administración, en algo se ha mejorado, la cartera dista mucho de estar constituida mayoritariamente por recursos humanos idóneos en la materia y tiene un funcionamiento marcadamente dependiente de la Dirección Nacional.

Como expresamos en el subtítulo, Ministerio de Turismo a secas, nada de Deporte, que de eso, se encarguen en otra cartera.

Consejo Nacional de Turismo

Fue instalado, con todas las características de un hecho histórico el 18 de agosto de 2005, con la presencia de representantes ministeriales, de diferentes organismos públicos y del cuerpo diplomático acreditado.

En cada oportunidad que se presenta como trascendente, por ejemplo hace poco tiempo atrás, la necesidad de encarar la confección del borrador de la nueva ley de turismo se anuncia que se le convocará y finalmente no ocurre.

No recordamos, en estos siete años transcurridos, una sola cuestión importante resuelta en este ámbito.

Por la heterogeneidad de sus componentes (además de excesiva cantidad), la gran mayoría no tiene mayor conocimiento de la industria y se da el caso que muchas veces comparecen algunos funcionarios públicos que de turismo no tienen la menor idea.

Una cosa es el consenso y la creación de ámbitos democráticos y otra muy diferente la practicidad y la efectividad. Del mismo modo, una cosa es la cantidad y muy otra, la calidad.

Actividad privada

Para ser más concretos aún, nos vemos en la obligación de decir, a modo de ejemplo, que aún convocando a un representante de cada corporación privada, tampoco se daría en el clavo pues habitualmente, aparecen en los primeros planos de conducción de las mismas, empresarios cuyo único mérito es ser propietario de alguna empresa del sector y punto.

No se puede ni se debe, seguir improvisando ni "sanateando" dentro del empresariado.

La contrapartida de la función pública y su imprescindible complemento, en aras de una feliz gestión, es una institución que soporte la distinción de ser interlocutor válido del Estado.

Esa institución debería ser representativa de todos los sectores de la actividad privada que tengan relación directa con el turismo sin excepciones y no solamente nos referimos a los específicos, como agencias de viajes, hoteles, transportadoras, inmobiliarias y rentadoras, estamos hablando también de bodegas, de casinos, de financieras, enisores de tarjetas de crédito, desarroladores inmobiliarios y otras por el estilo.

Y DEFINITIVAMENTE, con mayúsculas, apostar a la excelencia en la gestión, con la contratación de un equipo técnico profesional de primera línea, con dedicación a tiempo completo y remuneración acorde.

Ese equipo técnico sería el permanente partner de cada sector público involucrado con la actividad y a la vez, un testigo/auditor de lujo y de primera línea.

Estamos hablando de un Gerente General o Secretario o Vicepresidente Ejecutivo, con probada idoneidad a la cabeza de ese equipo, con tres o cuatro colaboradores, expertos en diferentes disciplinas como márquetin, economía, innovación y relaciones públicas.

Quienes comunicamos, tenemos la obligación de informarnos y para lograrlo, obligatoriamente debemos estar en contacto con la más amplia gama de actores de la actividad. En el diálogo privado, en reuniones sociales y hasta por medio de la comunicación electrónica, nos enteramos de cuales son las diferentes miradas.

Podemos asegurar que en lo medular, existe consenso con lo escrito hasta aquí, aunque si se nos demandase, no sería sencillo demostrarlo, por lo tanto: créannos o no.

Portal de América