Entre Menem y los Kirchner privatizaron y estatizaron la mayor empresa de Argentina como es YPF y con ello, primero le abrieron la puerta y luego les dieron un portazo a los españoles, quienes ahora sangran por la herida y juran venganza.

En todo caso es un problema que a nosotros, de este lado del río, no nos compete y como simples observadores no tomamos partido.

Si fuera por fraternidad y simpatías no dudaríamos en hacerlo por los vecinos y hermanos pero este es un tema en el que nada tienen que ver los pueblos, o mejor dicho, son decisiones en las que nada tienen que ver, pero lamentablemente, como siempre ocurre, si, pagarán las consecuencias.

Ya vimos una película similar con Aerolineas Argentinas, la cual Menem privatizó y entregó con un moño grande a empresarios españoles a los que el gobierno K, también les dio el portazo en 2008.

Pero también vimos otras películas anteriores con el final similar y reiterado, en donde pueden aparecer insólitas acciones aéreas de autoagresión o helicópteros protagonizando fugas.

Es casi seguro que el gobierno argentino tenga motivos de sobra para tomar la medida adoptada pero, lo hace en un contexto y de un modo, nada apropiados.

En esta misma edición publicamos una columna de opinión del diario español ABC, titulada Quien ríe el último...en la que el autor dice lo que muchos tememos: que España no jugará solo y lo hará desde el bloque de la UE.

Ojala que nos equivoquemos y que la sangre no llegue al río pero, creemos que la estatización (o como se le quiera llamar) de YPF, puede resultar un peligroso boomerang para la economía argentina y como siempre que ésta se ve afectada, en Uruguay sufrimos los daños colaterales, es que llamamos a poner nuestras barbas en remojo.

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