Se cayó el sistema
Miércoles, 28 Marzo 2012 02:17

Antes, uno llegaba al counter del aeropuerto para embarcar, portando generalmente hermosos (¿hermosos o inportantes?) tickets con varias vías, una por cada tramo, más la "del pasajero". Ahora, uno llega (si quiere) con un e ticket, en algunos casos emitido en una ordinaria hoja A4 o simplemente, con su documento y listo. Se ahorra papel y tiempo, también salarios, se protege el medio ambiente, pero, se le quita al viajero (sobretodo al esporádico), aquella fabulosa sensación de tener en sus manos "el" pasaje, ese salvoconducto por el cual quizás trabajó (y soñó) toda una vida.
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Con los pasajes físicos murieron "las dos maletas por persona" y las orgías gastronómicas a bordo (obviamente incluidas en el precio del boleto).

Las bodegas, sean grandes o pequeñas anexaron una unidad de negocios: además de la carga convencional, se factura el equipaje del pasajero que pagó por su espacio en la cabina.

Antes, cada compañía ordenaba una fila por destino y vuelo. Ahora, cuando finalmente terminamos de hacer la fila y nos atienden, lo primero que nos preguntan es ¿adonde viaja?. Masividad, que le dicen.

Antes, cuando uno tenía problemas para conseguir algún lugarcito en un avión, llamaba por teléfono y hablaba con el amigo que tenía en la sección reservas y en honor a unas cuantas birras o escoceses compartidos e inclusive hasta algunas vacaciones en sociedad, la fraterna goma borraba siempre a algún incierto y confirmaba ese lugar que nos faltaba.

Ahora, al igual que en los bancos, en las instituciones médicas, en las financieras y hasta en estudios jurídicos, contables o notariales, uno habla con una computadora que muchas veces lo guía a uno al desquicio y hace que termine insultando a la máquina, como si eso fuese normal.

Frente a este panorama de globalización salvaje, todos, absolutamente todos, debemos guardar violín en bolsa, olvidar los cacareos y resignarnos a esperar sin chistar, cuando escuchamos esa infaltable voz sádica y morbosa, propia del funcionario que anuncia que "se cayó el sistema", quasi que sonriente, pleno de satisfacción.

No podemos vivir sin "sistema", nuestra vida pierde sentido, más que eso, no tenemos la menor idea de para donde agarrar ni que hacer.

Dios salve a la web. Nos vemos

Portal de América

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