Había un lugar en particular al que siempre volvían: el Hotel Boca Chica - famoso por su elegancia, excelente servicio y el desenfrenado lujo tropical - fue un imán para los ricos y famosos, y acogió Frank Sinatra, John Wayne y, mucho después, Elton John. Recientemente reabierto tras una extensa reforma, el hotel se ve mejor que nunca. 

El arquitecto Fernando Romero ha rediseñado cuidadosamente las 30 habitaciones del Boca Chica y las seis suites de lujo - aunque él ha conservado gran parte del mobiliario original, detalles retro y el encanto de época de su interior de la década de 1950, que también ha dado a las habitaciones una dimensión moderna, con una decoración fresca en blanco , salpicaduras de verde agua y trabajo de celosías de ladrillo. Las habitaciones de la planta baja se abren a un jardín privado, mientras que otras tienen balcones con vistas a la bahía, o terrazas al aire libre con hamacas. 

La famosa terraza del hotel junto a la piscina ha sido mejorada para incluir una cabaña de masajes y zona de tratamientos, así como una sección de spa completa. Para los clientes con más energía, ahora hay un gimnasio de ultima generación, con lo último en equipamiento y una fantástica vista a la Isla Roqueta: una reserva natural protegida cerca de la costa. También hay un restaurante de sushi de primera clase dirigido por el chef Keisuke Harada, quien es reconocido por su trabajo en Nueva York y Miami en el famoso lugar de sushi, Bond-St.

Para obtener más información y para consultar precios, visite www.designhotels.com/boca_chica

fuente: Jenn Selby/ Condé Nast Traveller – traducción: Portal de America