Un carnaval tan diferente como el mismo lugar en que se realiza: La Pedrera.

Más de 20.000 personas se reunieron para festejar y desfilar por las escasas cuadras del pueblo de pescadores ubicado en la costa oceánica de Rocha, Uruguay.

La aclamada paz del pueblito que parece detenido en el tiempo, lugar elegido de residencia por personajes conocidos como Maitena y “el pelado” Cordera, ex Bersuit Vergarabat, se altera una vez al año, para recibir a miles de jóvenes que festejan de una manera particular y diferente al resto del país.

Uruguay se caracteriza por tener el carnaval más largo del mundo, más de 30 días, y por la murga y las comparsas lubolas y sus cuerdas de tambores, a las que hay que agregar las scolas do samba al estilo brasilero, justamente en zonas próximas a la frontera de Brasil.

No obstante, una inmensa cantidad de jóvenes se dan cita en los variados campings y cabañas de La Pedrera y su vecina La Paloma para reverenciar al dios Momo de modo diferente.

La casi olvidada “guerra de agua” de antaño realizada en todos los barrios de Montevideo, aún es la principal protagonista en La Pedrera; quien allí concurra sabe que resultará empapado sin piedad, y por supuesto, disponerse a “bañar” a cuanta persona, auto o lo que sea se ponga al alcance.

Los vecinos se organizan y distribuyen los comercios a instalar por esos días. Así cada uno armará una “barra” con tanques con hielo y bebidas alcohólicas o no, otros venderán accesorios para los disfraces, espuma, chorizos al pan o lo que sea.

Una cuerda de tambores también de los vecinos, “vedettes” del lugar y cualquier chica ( o no tanto) que desee desfilar, inician el corso por la calle principal que inmediatamente es tomada por todos en un festejo que enloquece al ritmo de los parlantes de cada casa.

No solo los uruguayos se dan cita, sino que la voz se ha corrido y esta vez encontramos gente de Puerto Rico, Alemania, EEUU, y Francia, con los visitantes de siempre como los argentinos y brasileños.

Lo bueno es que, salvo las cuadrillas de limpieza y los controles de las autoridades de sanidad a lugares que expenden bebidas y comidas, nada hay que se deba a la organización de grandes empresas e inclusive del Estado. Y también que, pese a la cantidad de gente y a la fiesta, salvo un hurto en una vivienda, que fue aclarado rápidamente, ningún problema ocurrió.

Es común ver barras de jóvenes estudiantes, compañeros de trabajo o amigos, que han planificado el carnaval hasta para concurrir con absurdos y divertidos disfraces parecidos; salvo esto, nada es planificado y nada es tan divertido.

Así, no extrañó que entre los miles que aturdieron por varios días las plácidas callecitas de tierra junto al océano, la barra de musculosos rugbiers disfrazados de “hadas madrinas”, se llevara el primer premio.

Para ilustrarlos y asegurarnos que contaremos con ustedes el próximo carnaval, van las fotos….

informe especial de Fiorella Masserini
Portal de América/Uruguay