Este esfuerzo se inscribe en una estrategia más amplia llevada a cabo por otras compañías que trabajan con los principales aeropuertos de Londres para reducir las emisiones y el ruido en tierra y en las salidas.
 
Este procedimiento nuevo del A380 está diseñado para ahorrar 300 kg de combustible por vuelo, lo que equivale a una tonelada métrica de emisiones de dióxido de carbono, en un vuelo a Singapur, así como la reducción de las emisiones de NOx y los niveles de ruido en Heathrow. 
  
 
SIA A380 en el Aeropuerto Heathrow de Londres
 
El nuevo procedimiento ya ha sido aprobado y ya está siendo utilizado por SIA. BAA dice que el procedimiento está siendo explicado a los otros operadores del A380 en Heathrow, Emirates y Qantas.
 
Los A380 que parten de Heathrow ahora utilizan menos energía en el despegue y al llegar a 460 metros la tripulación emplea una aceleración flexible hasta alcanzar los 1200 metros.
 
Jane Dawes, gerente de ruido operativo y calidad del aire de Heathrow, dice que en el 2020 uno de cada 10 vuelos en Heathrow podrían ser del A380. Además de señalar que el A380 ya era el avión grande más silencioso y con el más bajo nivel de emisiones por asiento en Heathrow, ella dice: "Es importante que trabajemos constantemente con nuestras líneas aéreas para mejorar los procesos operativos y la introducción de estos nuevos procedimientos de salida demuestran nuestro compromiso con la reducción de emisiones".
 
El vicepresidente de operaciones de vuelo de Singapore Airlines, capitán Gerard Yeap dice: "Nuestra cooperación con Heathrow, NATS y Airbus va a demostrar lo que puede lograrse cuando las partes interesadas comparten el mismo objetivo de reducir las emisiones de carbono y consumo de combustible."
 
Este programa del A380 encaja en una estrategia más amplia que incluye los operadores de los principales aeropuertos de Londres, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, y las principales compañías aéreas del Reino Unido, como British Airways, EasyJet y Virgin Atlantic. El objetivo de la estrategia es reducir las emisiones y el ruido producido durante las operaciones de tierra y las salidas.
 
Esto incluye todo, desde mejorar las maniobras de rodaje y coordinación, a la utilización de los suministros eléctricos fijos en los puntos de atraque de aeronaves en lugar de unidades de potencia auxiliares o las unidades de energía en tierra.
 
Mientras tanto, el aeropuerto Arlanda de Estocolmo, Airbus y la compañía sueca Novair, utilizando uno de sus aviones A320, han estado trabajando con Eurocontrol y el equipo de Single European Sky Joint Undertaking para desarrollar maneras de reducir el consumo de combustible y el ruido durante las aproximaciones al aeropuerto, en un programa denominado “Mint”, que significa mínimo de CO2 en el área de maniobras de la Terminal (Minimum CO2 in the Terminal). 
 
fuente: David Learmount/ Flight International
traducción: Ignacio Pérez/ www.portaldeamerica.com