por Alberto Bosque

“Dinamizador” es una palabra que en realidad no existe oficialmente, no se refleja en las leyes y no aparece en la publicidad turística, pero para mí, define a personas muy importantes, que son imprescindibles para que una zona tenga una actividad turística relevante.

Algunas regiones están más aventajadas que otras, y necesitan hacer menos para recibir turistas. Pero ya sea si se cuenta con un Ferrari o con un coche de menos categoría, para subir al podium en una carrera, hay que ser buen piloto y correr con acierto, contar con un buen equipo en la estrategia y con unos mecánicos avezados que hagan los cambios de neumáticos y reportaje con efectividad y rapidez.

Siguiendo con el símil, en el turismo, estamos en una carrera de Fórmula 1, en donde todos tenemos oportunidades de obtener un buen resultado, incluso aún teniendo un coche que, en principio, no tenga tantas posibilidades.

El destino se podría comparar con el coche. Venecia, Granada, Salamanca son lugares que ya parten como favoritos por que cuentan con recursos que las hacen interesantes, casi sin hacer nada más. Si Venecia quedara en la séptima posición será un fracaso. Si una ciudad con menos recursos queda séptima querrá decir que entre todos, han corrido mejor.

Los representantes del destino, tanto del sector público como del privado, serían los directores del equipo, los responsables de la estrategia en carrera, los que deciden si optar por el “difusor de cuatro tiempos y tiro por que me toca”, o por poner “flotadores laterales para la lluvia”. Los que deciden si repostar antes o después. Serían pues los que diseñan, construyen y preparan el coche para llegar en buena posición. Y los que definen la estrategia a seguir en entrenamientos y carrera.

Personas: la materia prima

Los mecánicos tienen también su papel, y podríamos decir que esos se ven representados en la población de un lugar. Los habitantes de una ciudad son fundamentales en el sector. Para mí todos están relacionados con el turismo, pero aquellos que no lo están directamente, son también importantes.

Un lugar con gente hospitalaria, amable, y que recibe con alegría al turista, tiene garantizado ser un excelente destino. Siempre digo que el mejor promotor turístico es el habitante del lugar, que habla con orgullo de su ciudad o pueblo, y que aprovecha cualquier ocasión para recibir a sus amigos y parientes.

Unos mecánicos ineptos, pueden tirar por tierra toda la labor de un equipo, así como los habitantes de una ciudad pueden destrozar la labor de todos los trabajadores de un sector, o por el contrario, lograr un efecto multiplicador.

Los turistas podrían ser los aficionados de un equipo. Aquellos que deciden ser de McLaren, pero que en realidad no saben el motivo, o apoyar a un corredor, pero sin ninguna razón convincente. Simplemente, la conjunción de varias circunstancias le han hecho tener simpatía por una escudería o por un piloto y no por otro.

Igualmente, los turistas eligen un destino y no otro, por que el sector público junto al privado, y los habitantes de aquel lugar, le han hecho atrayente e interesante para ese visitante que llega (quizás repitiendo) a ese sitio. Los seguidores de un equipo son los que lo hacen grande de verdad.

Pero nos queda un actor en la carrera. ¿Quiénes serían los pilotos de la escudería?. Para mí el piloto es el empresario en general, y uno en particular.

El que conduce el coche es aquella persona que decide sentarse delante de un volante y arriesgarse en cada curva, sabiéndose con el apoyo de su equipo y sus seguidores, pero que tiene que poner todo de su parte para llegar en buena posición a la meta, apurando en cada metro, y evitando todos los envites de los contrincantes, las dificultades de la lluvia (que como la crisis, dificulta, pero no impide seguir adelante), el pinchazo en la vuelta 35 y aquel doblado que no se aparta.

El verdadero dinamizador

Pero entre todos los empresarios, hay uno que es el que de verdad lleva a cuestas la responsabilidad y el mérito. Y es el que yo llamo “dinamizador”.

En todos los lugares, y principalmente en aquellos menos desarrollados, hay un empresario que “tira del carro”, una persona que cree en su tierra, que decide invertir su tiempo y su dinero, buscando siempre cosas nuevas, dar un buen servicio, apostando su credibilidad profesional y personal.

Se trata de una persona íntegra, respetada por todos, que cuenta con el apoyo y la admiración de los demás, que reconocen su labor y sus esfuerzos. Una persona que hace conocer el destino por su empresa y por él mismo.

Como aquel apicultor que abrió su “Museo de la Miel” para mostrar su labor ayudando así a su pueblo. O como aquel ganadero que muestra sus toros bravos, que abrió un pequeño hotelito, y que ha logrado que aquella zona se ubique en el mapa del turismo. Así mismo, el agricultor jubilado que abrió el Museo Etnográfico para colaborar con que su pueblo no quedara desierto y para que no se olvidaran las costumbres y usos de épocas pasadas.

Recuerdo también una persona pudiente que deja la vida fácil para cambiar de vida por recuperar la casa de sus abuelos y hacerla un referente en el turismo rural, dando trabajo y prosperidad a aquel pueblo que languidecía antes de que esa persona llegara. Como aquel empresario que apostó por instalar un parque de aventuras, y que hoy se sube a deslizarse entre pinos con niños y ancianos. Así como ese cocinero que decidió abrir su restaurante en su pueblo natal, en vez de hacerlo en el centro de la ciudad, en donde todo sería más fácil.

Todos ellos hacen mejor su pueblo o su ciudad, y si se me permite la licencia, hacen mejor el mundo en donde viven. Por su espíritu emprendedor, su ánimo de darse a los demás, su entusiasmo en su labor, desde aquí os doy las gracias.

Os invito a poner como comentarios, a algún “dinamizador” de una zona. A aquella persona que apuesta por un lugar y logra hacerlo más próspero.

Portal de América - Fuente: www.gerenciadeviajes.com