El parque nacional de los Van Goghs
Jueves, 14 Julio 2011 19:26

El parque nacional de los Van Goghs

Es el secreto mejor guardado de los Países Bajos... porque cómo explicar si no que De Hoge Veluwe, a una hora de Ámsterdam, sea un lugar desconocido.

CIFFT 1250x115
Mintur verano 1250x115
Arapey 1250x115
TSTT-1250x115
SACRAMENTO - proasur
SACRAMENTO radisson
Fiexpo 2024 1250x115

por J. Mazorra

Lo primero que llama la atención al cruzar cualquiera de las entradas del parque nacional De Hoge Veluwe, a una hora de Ámsterdam, es la extraña combinación de hábitats donde conviven manadas de ciervos, muflones y jabalíes entre enormes arenales y dunas que, de pronto, se convierten en frondosos bosques de coníferas para luego dar paso a turberas donde crecen brezos de todos los colores. Pero no tardan en aparecer también extrañas edificaciones en los lugares más inesperados, esculturas y jardines meticulosamente diseñados que delatan la presencia del hombre y nos dicen que este parque nacional no se parece a ningún otro.

Para descifrar sus secretos hay que conocer su historia. Todo comienza en 1909, cuando el singular matrimonio formado por Antón y Helene Kröller-Müller adquieren 400 hectáreas de tierra prácticamente abandonada en la comarca del Veluwe de la provincia holandesa de Gelderland. A él le interesaba crear allí una reserva de caza y a ella, un espacio para el arte y la mejor arquitectura donde albergar la que ya por aquella época era la mayor colección de arte moderno del mundo en manos privadas, incluyendo nada menos que 267 obras de Van Gogh, además de otras muchas de Picasso, Renoir, Monet, Mondriaan, Modigliani y un larguísimo etcétera.

Un pabellón de caza

A pesar de sus aparentemente contradictorios intereses, cada uno fue viendo cómo se iban cumpliendo sus sueños. Por un lado, se permitió que este paisaje fuese, poco a poco, regenerándose para que animales de todo tipo pudieran vivir y reproducirse de tal forma que algunos ejemplares pudieran ser sacrificados. Y por otro, se convocaba a los mejores arquitectos de la época para diseñar un pabellón de caza que marcase un hito. Después de ver propuestas tan sugerentes como la de Mies Van der Rohe, se elige la de Hendrik Berlage, el padre de la arquitectura moderna holandesa, que acababa de terminar el edificio de la Bolsa.

Aunque entre los mecenas y el creador hubo enormes tensiones, el resultado está a la vista y es una de las grandes atracciones del parque. Si el edificio en sí demuestra la enorme imaginación del arquitecto, aún impresiona más su milimetrada decoración interior, donde tuvo carta blanca para desarrollar un proyecto global. El siguiente paso fue proyectar un gran museo que se encargaría a Henry van de Velde. Mientras tanto, la I Guerra Mundial y la consecuente depresión frenarían algunos de los proyectos, aunque no las convicciones de esta pareja sobre la necesidad de crear un gran parque nacional cargado del mejor arte de su época.

Al final, llegarían a un acuerdo con el estado holandés para que continuara su proyecto a cambio de cederles la propiedad y su ingente colección. Cuando se acaba de cumplir el 75 aniversario de la creación del parque, el sueño de los Kröller-Müller sigue más vivo que nunca. Se han creado docenas de rutas y senderos por descubrir los tesoros de este extraño paraíso. Lo más cómodo es utilizar los cientos de bicicletas de color blanco que se ponen a disposición del visitante por todas partes, aunque para alcanzar muchas de las esculturas y jardines secretos sólo se puede llegar andando.

La colección de esculturas

Se ha ido aumentado la colección de arte hasta convertirla en una de las mayores del mundo en su género, encargando además a diferentes arquitectos pabellones y nuevas alas que amplíen el espacio expositivo. No hay que perderse la obra que el gran Gerrit Rietveld diseñó para la Tercera Exposición Internacional, que se organizó en el Parque Sonsbeek de Arnhem y que ahora se encuentra frente al edificio de van de Velde, o el no menos original de Aldo van Eyck. Entre las muchas sorpresas, todo un ala del museo está dedicada a la obra de los británicos Gilbert and George.

La colección de esculturas es abrumadora tanto por su cantidad como por la calidad de las piezas, destacando las de Mario Merz, Richard Serra, Marta Pan o Lucio Fontana y siempre en perfecta armonía con el medio natural que las rodea. También se pueden descubrir docenas de obras relacionadas con los otros muchos intereses de esta pareja como el curioso monumento y el jardín que le dedicaron al entonces presidente de la República Sudafricana, que representaban los intereses de la comunidad Boer de origen holandés frente a los británicos.

A pesar de que por su cercanía se puede ir y volver al parque desde Ámsterdam en un mismo día, De Hoge Veluwe y esta parte de la provincia de Gelderland se merecen por lo menos 48 horas o incluso más si se quiere seguir la ruta de los castillos que incluye el espectacular Palacio Nacional de Het Loo, el Versalles de Holanda, famoso tanto por sus edificaciones como por los jardines que los rodean.

Portal de América - Fuente: www.ocholeguas.com

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.