por Sergio Antonio Herrera - @DelPDA
El 5 de octubre de 2006, reproducíamos un artículo editorial publicado en el Portal del Uruguay el 11 de agosto de ese mismo año, o sea, a los diez días de haber iniciado nuestra era digital, bajo el título Asesorías en viajes y turismo: lo que se viene En el comienzo decíamos: "Teniendo en cuenta la numerosa presencia de nuevos suscriptores en las últimas horas, en los próximos días, compartiremos algunos trabajos editoriales ya publicados en el Portal del Uruguay. Para comenzar esta serie, elegimos "Asesorías en viajes y turismo: lo que se viene", publicado el día 11 de agosto pasado. La buena noticia es que no habría que cambiar la sigla de ninguna asociación o confederación.
Salen las agencias, entran las asesorías".
Ahorrándonos la realización no de doce, sino de ningún focus group y sin molestar ni por asomo a 3 mil consumidores, ni siquiera a uno sólo, en ese artículo agregábamos: "Hace muy poco nos reafirmaron una convicción que viene de muy lejos: nos comentaron que un técnico-comunicador, debe distinguirse por, entre otras cosas, adivinar el futuro. Precisamente, es lo que intentamos hacer siempre, totalmente de acuerdo. Por lo tanto decimos: cuando percibir comisión por venta de pasajes aéreos es la crónica de una muerte anunciada, el cobro de arancel por asesoría es lo que vendrá".
Y a continuación sentenciamos: "La aplicación del fee en la venta de pasajes aéreos, de alguna manera , marca el punto de inflexión quizás más señalado, desde Thomas Cook hasta nuestros días".
Y el dato decisivo: "Más y mejor es el asesoramiento, más y mejor será la captación y por ende, la rentabilidad...".
El 24 de mayo de 2010, publicamos en este PDA: Comisiones, fees, leyes, usos, costumbres. ¿Y el libre mercado?, artículo que recomendamos especialmente leer haciendo click aquí
No pocos inconvenientes nos generó nuestra posición acerca del inexorable destino de la profesión, la extinción.
La certificación de aquel adelanto, doce años atrás, la da nada menos que -como lo anticipamos específicamente entonces- que, respecto a la sigla que daba nombre a la asociación de agentes de viajes más ¿influyente?, ¿referente?, ¿prestigiosa?, ¿importante? del mundo como la ASTA, la buena noticia es que no hay que cambiar su sigla, porque "Salen las agencias, entran las asesorías", de modo que el único cambio es en el significado de una de las dos letras A.
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