Conservarlo, nos parece obligatorio y el lugar para exhibirlo debería ser un gran museo de la rica historia del Río de la Plata, confeccionado con los últimos criterios de museística.
En un museo de ese tipo e instalada debidamente en su contexto histórico cada pieza no tendrá otro valor que el intrínseco, "cósico”.
Museos de guerra, algunos específicos de la Segunda Mundial, hay varios en todo el mundo, conteniendo todo tipo de objetos e imágenes de las pertenecientes a las distintos países en pugna, algunos que realmente sufrieron la dura ocupación nazi, no entendemos entonces porque tantos problemas se tienen por acá.
Por nuestra parte, el Único que visitamos fue el de Ciencia e Industria de Chicago que exhibe el submarino U505 capturado a los alemanes, pero la exhibición que más recordamos fue una dedicada al arte y la propaganda política con obras de arte del nazismo, comunismo, fascismo donde cada pieza se destacaba por su valor cósico, sin especificar ideologías u orígenes, aunque muchas tenían similitudes entre ellas.
La muestra tuvo lugar en el Museo Wolfsonian de Miami Beach una institución fundada por Mitchel Wolfson Jr. hijo del empresario y coleccionista Mitchel Wolfson, primer alcalde judío de Miami Beach.
Portal de América - por Damián Argul