Primeros datos de la realidad
Como suele ocurrir con la mayoría de los países de la región, una cosa es la imagen "instalada" desde lo mediático y por ende, en el inconsciente de la generalidad de los latinoamericanos y otra bastante diferente la realidad, la que solamente se puede evaluar de modo presencial. Chile, a pesar de lo que se puede suponer desde afuera, no está exenta de la entreverada problemática político-social que afecta a nuestros países. El descontento de la clase trabajadora y la insatisfacción del mundo estudiantil han dado paso al anunciado retorno a la arena electoral del expresidente Piñera y no son nada desalentadores para sus intereses, los datos que emergen de la especulación de cara a los eventuales resultados de las elecciones del próximo mes de octubre.
Pero ingresando de lleno a lo que nos involucra, al análisis de la coyuntura del segmento de reuniones del turismo chileno, si bien tiene números positivos y muy alentadores, no deja de presentar un incierto panorama a partir de los datos de la realidad que sitúan a Turismo Chile dando sus últimos pasos como ente promocional del destino en el campo internacional. La marcha de un segmento tan sensible a la promoción comno el del turismo de reuniones, depende en muy buena parte de la difusión de sus bondades a tiempo completo, dado que el mercado regional presenta índices altísimos de competencia idónea.
Según los datos estadísticos de ICCA, la International Congress and Convention Association, en 2016 Chile se ubicó en el puesto 4 del ranking de América Latina con 118 eventos internacionales realizados, 45 mil delegados recibidos y más de 63 millones de dólares generados.
Estos datos se compadecen plenamente con la excelencia de la oferta de infraestructura y servicios que pudimos conocer y reconocer en algunos casos. Como en este sector específico se trabaja con mucha anticipación, se puede asegurar que en lo inmediato, el calendario no sufrirá alteraciones visibles y el país en 2017 y buena parte del 2018 tendrá un nivel similar al obtenido anteriormente.
La incertidumbre instalada
El turismo chileno a grandes rasgos, está constituido de la siguiente manera:
Sector Público
* Subsecretaría de Turismo , dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, a cargo desde 2014 de la Subsecretaria Javiera Montes Cruz, que responde directamente al Ministro de Economía, Fomento y Turismo Luis Felipe Céspedes. Este organismo comenzó a funcionar a principios de 2011 bajo la conducción de Jacqueline Plass, proveniente de la Dirección del SERNATUR, organismo que tuviera rango ministerial hasta entonces y toda la responsabilidad de la conducción, contralor y difusión de la actividad.
* Servicio Nacional de Turismo, SERNATUR, es el organismo público encargado de promover y difundir el desarrollo de la actividad turística de Chile, ejecutar planes y/o programas basados en la Política Nacional de Turismo, impulsando el desarrollo sustentable de la actividad turística, incentivando la especialización, la calidad y la competitividad de la industria. En el actual contexto, con la dicontinuidad de Turismo Chile a cargo de la promoción internacional como organismo público-privado, este cometido vuelve al SERNATUR
Sector privado
* FEDETUR, la Federación de Empresas de Turismo de Chile, es un ente gremial que agrupa a asociaciones gremiales y sus miembros y a empresas turísticas individuales, cada una de ellas líder en su respectivo rubro de actividad, se crea en marzo de 2009 con el fin de representar al sector turístico privado para trabajar junto al Estado las políticas públicas, leyes y otras acciones que permitan desarrollar todo el potencial del turismo en Chile. Está integrada por ejemplo por: Hoteleros de Chile; ACHET; Asociación Chilena de Gastronomía; Vinos de Chile; Cámara Regional del Comercio, Valparaiso; Cámara de Turismo de Arica; Corporación de Turismo de Puerto Varas; Santiago Convention Bureau; Armasur (navieras); Latam Airlines; Enjoy; Transbank; entre otras.
Hace poco tiempo y en vistas de lo que terminó ocurriendo, Turismo Chile también se afilió a Fedetur.
Este Ingeniero Civil que nos honra con su amistad e intetrando nuestro staff de columnistas, y fuera Director Nacional de Turismo (SERNATUR) entre 1990 y 1994, tuviera destacadísima trayectoria en la OMT, Organización Internacional de Turismo, de la que llegó a ser Secretario General interino (entre Frangialli y Rifai) y actualmente ocupa el Comité de Ética, fue Vicepresidente Ejecutivo de la FEDETUR desde sus inicios hasta el año pasado, escribió hace pocos días en el Portal de América: "El exitoso modelo institucional para la promoción turística de Chile en el exterior, que reunía en una misma mesa a los sectores público y privado desde 1994, llegó finalmente a su término, habiéndose declarada “desierta” la última licitación de fondos realizada por el gobierno chileno. La promoción queda así, al menos para la campaña 2017-2018, únicamente en manos del Estado y sin participación de los privados. Las autoridades turísticas del segundo gobierno de la Presidenta Bachelet parecen haber estimado inadecuado este modelo, y las bases para la convocatoria 2017-2018 eran tan poco operativas, tan excesivas en sus mecanismos de control público, que Turismo Chile decidió no postular. Las autoridades parecen desear tener una injerencia más directa en las campañas, lo cual es inexplicable dada la ausencia de funcionarios públicos con experiencia en promoción, y sobre todo dados los excelentes resultados de la promoción realizada por Turismo Chile en los últimos años, que han permitido un crecimiento notable de las llegadas turísticas internacionales al país. Por lo demás, las cuentas de Turismo Chile son auditadas por la autoridad pública, y en los últimos años prácticamente no se han registrado objeciones de ningún tipo. Los empresarios del turismo chileno se preguntan entonces, y con razón, si SERNATUR podrá contar con los equipos técnicos, los conocimientos de mercados y productos, las redes comerciales y los contactos con los medios extranjeros para emprender, con el mismo grado de eficiencia y éxito con que lo hizo Turismo Chile, las acciones promocionales a partir de mayo 2017."
Ingeniera Comercial que sucede en el cargo en FEDETUR a Eugenio Yunis, fue entrevistada hace pocos días en el periódico chileno El Mercurio, medio e el que se pudo leer: "La vicepresidenta ejecutiva de la federación reconoció que este modelo de promoción 100% estatal todavía no está en ejecución. Sin embargo, sostuvo que el aparato público carece de la estructura para generar una promoción innovadora. "Hemos perdido en innovación, creatividad y la capacidad de reaccionar a lo que va pasando en el momento", afirmó. Wolleter afirmó que es necesario que al turismo se le dé la suficiente importancia como una industria que aporta al desarrollo económico del país, sobre todo en este período de menor crecimiento. "Sería muy interesante que los programas de los candidatos presidenciales -y lógicamente la agenda de un futuro gobierno- incorporen cómo mejorar la gestión de la promoción turística del país. El modelo actual que plantea esta ley no es el que nos gusta", señaló Wolleter. Añadió que se requiere conocer los planteamientos de los candidatos acerca del turismo en general. En el gremio están preocupados porque estiman que se ha perdido la colaboración entre el mundo de las empresas y el Gobierno. "El sector privado es el que sale del país, conoce a los clientes y tiene un feeling mucho mayor de lo que está pasando en los mercados internacionales. Por eso, es importante que esté en las decisiones de estrategia", afirmó Wolleter. Además, la representante del gremio reconoció que lo que más preocupa a la federación es la ejecución del presupuesto y de las acciones de promoción. "En general, el Estado tiene procesos que son bastante burocráticos para poder ejecutar, moverse e innovar. El ambiente en el que se mueve no le permite ajustarse y tomar decisiones rápidas", sostuvo. Agregó que "el 70% del tiempo se lo gasta en definir cómo va a pagar y qué licitación se debe realizar. Son procesos muy largos y la promoción es dinámica".
Portal de América - por Sergio Antonio Herrera