por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter

Sé muy bien lo que digo

Hablo con propiedad pues he nacido dentro del fútbol (en el sentido literal, vine al mundo dentro de la sede del Campeón del Siglo, en la calle Maldonado 1232) y sé, desde pequeño, que si bien hay buena gente como en todos lados, los códigos del fútbol son lo peor y hay personajes que para algunos (yo incluído), han sido, son y serán, los más grandes ídolos , pero dejan mucho que desear en muchísimos aspectos fuera de la cancha.

Por más figura que haya sido Nelson Gutiérrez, el socio de Casal en la empresa propietaria del fútbol uruguayo (no me equivoqué, no son solamente dueños de los derechos televisivos, también lo son de los mejores jugadores, de muchos clubes y de la conciencia de un montón de gente "que anda en la vuelta") debe limpiarse la boca para hablar de un señor de la vida como es el actual Ministro de Turismo y Deporte.

La otra cara

El mensaje que está dando gente como Ricardo Alarcón y como el grandísimo (como jugador y como ser humano) Loco Abreu, es lo que hay que promover en este momento, en nuestro país.

El Presidente albo, a quien conocí hace más de 25 años, trabajando de sol a sol para cimentar su bienestar actual, dijo que vería bien que Peñarol ganase la Copa Libertadores (no tengo por que escribir el nombre del banco, aquí no pagan) y Abreu confesó que gritó el segundo gol de Peñarol contra Inter en Porto Alegre.

¿Algún imbécil podrá dudar de la devoción por la enseña tricolor de estos dos grandes tipos?. Habrá que aprender de ellos, sobretodo, los energúmenos de las cabeceras.

Debemos volver a eneseñarle a nuestros jóvenes que los del otro cuadro son adversarios y nunca enemigos y que el fútbol es una fiesta y lo de la pasión, es solamente para gritar los goles y no para matar a un hincha del otro cuadro y por la espalda.

Y conste que no hago como muchos colegas que para hablar bien del presidente de uno, se obligan a hablar (o escribir) también bien del presidente del otro. Los Damiani en Peñarol tuvieron dos aciertos en más de 40 años: el padre traer a Bengoechea y el hijo traer a Diego Aguirre.  a cambio, dejaron a Peñarol sin básquetbol, sin ciclismo, sin vóleibol, sin tenis de mesa, sin bowling, sin atletismo y no sé (de verdad),si hasta sin boxeo.

El presidente, el Paco y el Pato

Si alguien hubiese querido fantasear con el absurdo y anticipado que el Pato Celeste iba a ser el asesor de Mujica en este período de gobierno, seguramente desde el mismo FA, los frenteamplistas hubiesen saltado como catapultados, a decir que eso era lo mismo que asustar con el oso ruso ¿o no?.

Pues bien, el presidente anda de aquí para allá con Casal y compañía, incluído el Pato Celeste y el Tano Gutiérrez y hasta viajó con ellos a España para entrevistarse con algunos hombres fuertes e inversores e inclusive para saludar por teléfono al mismísimo Juan Carlos de Borbón con un cancherísimo "¿qué hacés ché rey..."?. ¿Quien asesora a Mujica?

El Ministro de Turismo

No es la primera vez que lo escribo, conducir un ministerio bicéfalo, con el peso que tiene cada una de las cabezas como turismo y deporte, es algo por lo menos, complicado, estresante y para nada recomendable. son actividades que por más que quieran encontrale parentescos, no los tienen, en absoluto.

Como estuve fuera del país unos días, no estaba bien enterado de lo que ocurrió luego del almuerzo de ADM adonde Lescano dijo la inmensa verdad, la que todos sabemos, que para que la selección tenga respaldo exconómico, la AUF debería cobrar los derechos de TV , las recaudaciones y los cachés por jugar en el exterior, como no lo hace, por el "regalo"con moño y todo que le hicieron a los Tenfield, los propios dirigentes del fútbol.

Quienes siguen mi trabajo desde el Portal del Uruguay, recordarán claramente que allá por 2007, cuando estuve 9 meses reclamando conocer las cifras que se invertían por publicidad para promocionar el destino Uruguay y las mismas no aparecían y yo insistía, un día, en el que llegué tarde a una conferencia de prensa en el edifico de la Rambla 25 de Agosto, y ya no quedaba casi nadie, el doctor Lescano al verme, mientras redondeaba una entrevista para la TV, me hizo señas que lo aguardara.

Cuando finalizó la nota y se apagaron los focos del iluminador, luego de saludarme, me dijo que le habían aconsejado demandarme porque aparentemente, con mis artículos "habría rozado su honorabilidad".

Me comprometí en ese momento a revisar todo lo escrito por mí, para comprobar si en algún lado, yo hubiese efectivamente, puesto en duda su honradez.

Antes de retirarme, le dije algo así: "Doctor, hay algo que puedo asegurarle, si cometí ese error que usted me señala, no tendré ningún reparo en rectificarme y solicitarle excusas públicas, por la sencilla razón que lejos de sospechar de su honorabilidad, de su honradez, lo considero un hombre de bien y un dirigente de primera línea dentro de su fuerza política. En lo que yo estoy insistiendo, no es en dudar de usted, lo que yo sostengo es que este ministerio está trabajando mal, muy mal y que en la comunicación con la prensa turística lo hacen peor". Ese episodio fue en abril de 2007 y luego de leer más de cien artículos hasta la madrugada, le envié un correo anunciándole que nada de eso había encontrado.

Dos meses antes, le había realizado una entrevista en la que Lescano afirmó que en el turismo no había ningún grado cinco y luego de la misma, escribí una nota disintiendo totalmente con él y publicando una extensa nómina de grandes hombres del turismo a lo largo de la historia y varios, para mi, "grado cinco".

Era nuevo el ministro, era nuevo el Portal y a pesar que hace tan solo un poco más de 4 años, yo, que no era nuevo en el turismo, opinaba según mi leal saber y entender y como en nuestro país no había "gimnasia" de prensa de turismo, era muy entendible que se sospechase de las intenciones de quien criticaba y criticaba.

Pasó el tiempo, llegó este período de gobierno y sin irme al extremo de decir que encontramos la panacea, esta administración encontró el rumbo, enderezó el buque y todos, nos fuimos acostumbrando al intercambio de ideas, a la crítica bien intencionada, sin descalificar y a aceptar a nuestra vez, con altura las divergencias.  

A tal punto fue así la cosa que desde mi posición de referente gremial, fui de los primeros en dar el paso adelante para juntar voluntades en el ámbito privado para solicitarle al presidente electo de esos días, NO INNOVAR, concepto que fue admitido por el empresariado y utilizado a tales fines.

Sería inaudito

No creo que ocurra, es más, si se diera, no dudo que se constituiría en un disparate y en uno de los errores más graves, cometidos por este gobierno.

¿De qué hablo?

Que caiga el Ministro.

No hay dudas para nadie que la situación no es nada propicia y mucho menos, fácil de manejar.

Es el momento ideal, para manifestar nuevamente nuestra posición: una de las actividades económicas del país más importantes como el turismo, merece un ministerio exclusivo, es urgente que le saquen de su seno al deporte.

¿Para qué?

Para que el turismo no corra el riego de retroceder en plena marcha ascendente, a causa de tener un enemigo poderoso y con mucha, excesiva gula, que nada tiene que ver con esta actividad, pero que está muy cerca del presidente, demasiado cerca, peligrosamente cerca.

No solamente hay que ser, hay que parecer. Nos vemos.

Portal de América