Containerización de pasajeros: ¿El futuro del transporte aéreo?
Jueves, 19 Agosto 2010 00:00

 Containerización de pasajeros: ¿El futuro del transporte aéreo?
¿Recuerdan aquella época, hace ya algunas décadas, en las que viajar por avión a otro continente suponía una interminable pesadilla?
TSTT-1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
Mintur verano 1250x115
Arapey 1250x115
SACRAMENTO - proasur
SACRAMENTO radisson
CIFFT 1250x115

por Gustavo García Miranda
Todo comenzaba horas antes del vuelo, con largas colas en los mostradores de facturación del aeropuerto, luego en el control de seguridad, en el de pasaportes, después en la sala de embarque… y eso si el vuelo salía a su hora, lo cual no ocurría siempre: a menudo había que sumar horas de espera en salas abarrotadas, entre compañeros de espera en general sudorosos y malhumorados. Si además era temporada de vacaciones o viajabas con niños, las molestias se multiplicaban.

Y luego llegaba el vuelo en sí mismo: horas y horas sentado en un lugar estrechísimo, sin apenas lugar para moverse. A menudo el pasajero del asiento delantero se reclinaba sobre tí sin dejarte apenas lugar ni siquiera para leer una revista… acababas con dolores en las piernas o en el cuello, obligado a hacer piruetas para ir al baño (siempre me ha gustado viajar en el asiento de la ventanilla), y casi siempre esperando un buen rato el turno en el pasillo – ¿no se han fijado que siempre ha habido en los aviones menos baños de los necesarios? Cierto que los afortunados que volaban en clases “nobles” al menos podían dormir, pasear o disponer de mas espacio personal durante los vuelos. Pero los vuelos seguían siendo largos, muy largos. Y al llegar a destino, además del cansancio por el viaje tu cuerpo tenía que pelear durante varios días con el desajuste horario.

Hoy, afortunadamente eso ha cambiado radicalmente. Los vuelos siguen siendo muy largos, pues la naturaleza es testaruda, y hacer volar un avión a velocidades superiores a los 900-950 km/h requeriría un sobreesfuerzo energético que encarecería mucho el vuelo (sin mencionar el aspecto medioambiental del asunto) para obtener a cambio poca ganancia en tiempo. Por eso los aviones siguen empleando 10, 12 o 14 horas para volar entre Europa y Suramérica, y hasta 20 y 22 horas para las rutas de mayor duración (Suramérica a Asia, por ejemplo). Quien lo desea puede seguir volando a la antigua usanza en aviones de cabinas convencionales, pero yo por supuesto prefiero hacerlo siguiendo la nueva tendencia, cada vez mas extendida.

Hoy comienzo mis esperadas vacaciones. Voy a visitar durante dos semanas varios lugares del lejano oriente, y aunque el avión volará durante más de 15 horas, llegaré a mi destino fresco y relajado, y con un desajuste horario apenas perceptible. ¡No quiero ni pensar en lo eterno que se me haría el viaje si tuviera que soportarlo en las condiciones en que lo hacían mis padres!

Previamente a mi viaje, habré enviado por correo a la compañía aérea un extracto del chequeo médico que atestigua que, sin ser un atleta, mi forma física se mantiene en valores razonables. La aerolínea me ha informado de cual es la hora límite para presentarme en el aeropuerto. Aunque podría apurar el tiempo, prefiero ir con mas antelación para evitar aglomeraciones. Prefiero presentarme habiendo comido poco y cumplimentado las necesidades fisiológicas oportunamente. Vestiré ropa ligera y cómoda. Tras pasar por las formalidades de facturación, seguridad y pasaporte, ingresaré a la sala de preembarque donde, tumbado en una cómoda chaise-longue, una simpática señorita me suministrará por inhalación la cantidad necesaria de un gas que me dormirá profundamente durante la duración de mi vuelo (personalmente detesto las inyecciones, aunque existe la alternativa para quien lo desee). En cuanto despierte, me encontraré en mi aeropuerto de destino, en el otro extremo del mundo pero perfectamente descansado, listo para comenzar mis vacaciones, y sabiendo que el desajuste horario o “jet lag” será mucho mas llevadero de lo que era en otra época.

¿Quieren saber qué es lo que ha ocurrido durante mi sueño? Se lo explicaré: tras dormirme, el personal de la aerolínea me ha trasladado en camilla, junto a otros treinta o cuarenta viajeros, a un contenedor con atmósfera controlada, donde me han colocado un brazalete que monitoreará durante todo el vuelo mis constantes vitales. El médico de a bordo podrá controlar de un vistazo esta información, y los sistemas del avión detectarán inmediatamente cualquier problema serio que pudiera afectar a la salud de alguno de los cuatrocientos y pico viajeros a bordo. Los contenedores con el pasaje se han cargado en el avión tan rápidamente que las rotaciones de los mayores aviones en los aeropuertos entre vuelo y vuelo ahora apenas duran 30-45 minutos.

       

Ya no son necesarias azafatas, ni comidas a bordo, ni servicio de entretenimiento, ni baños (salvo uno para los pilotos, el médico y su asistente). Los aviones no necesitan ventanillas. Ni siquiera hay clases a bordo, el transporte aéreo es ahora cien por cien democrático, todos los pasajeros viajamos igual y pagamos lo mismo (bueno, mas o menos, ya saben que desde que se inventó el “revenue management” eso es imposible).

Al llegar al aeropuerto de destino nos han “descargado” del avión y conducido a la sala de recuperación, donde poco a poco los pasajeros vamos despertando tras un sueño perfectamente controlado. ¡Sin darnos cuenta, estamos en las antípodas, pero en plena forma! Como los operadores aeroportuarios no están dispuestos a perder su cuota de ingresos comerciales, pasamos por la zona de “duty free” antes de salir del aeropuerto.

¿Y saben que es lo mejor de todo? ¡Que además de ser mucho más placentero, el viaje es mucho mas barato que antaño! Déjenme que se lo explique:

Para empezar, el avión tiene una capacidad un 40-50% mayor que la de un avión con cabina convencional, al aprovechar íntegramente el volumen disponible (los equipajes y la carga si la hubiera siguen viajando en la bodega). El avión es mucho mas ligero, al no llevar asientos, ni paneles de cabina, ni ventanillas, ni sistema de entretenimiento, ni galleys ni baños, ni catering – en un A330 o A340-300, unas 8-10 toneladas menos que en un avión convencional. Por el mismo motivo es mas barato de adquirir, y al mismo tiempo el consumo de combustible apenas varía, aunque la carga de pago sea mayor.

El “handling” en el aeropuerto es mas económico, similar al de la operación de carga. El mantenimiento también es mas barato, al evitar el coste relacionado con todos los equipos de cabina. Evidentemente no hacen falta azafatas, y basta con un médico como personal auxiliar. Incluso los costes generales y de administración de la compañía son inferiores, al haber suprimido esta parte importante de la plantilla. La gráfica siguiente compara los costes por vuelo y por pasajero-kilómetro de un avión A340-300 convencional y de uno equipado para transportar pasajeros en contenedores:

 
En conclusión, el nuevo método de transporte me permite, no solo llegar perfectamente descansado a mi destino y sin apenas “jet lag”, sino además haber viajado con un coste al menos un 30% inferior al que habría pagado viajando en un avión convencional. ¡Qué felicidad! ¿Cómo pudieron tardar tanto en facilitar de esta forma los viajes intercontinentales…? …… Sí, ya sé que suena un poco a ciencia-ficción, y estoy seguro de que a muchos de ustedes les parecerá aberrante el viajar manejado como un bulto en un avión de carga… pero si resulta ser seguro y el coste del transporte se reduce drásticamente, tal vez lo veamos algún día, ¿no creen?

Les deseo buenas vacaciones si las están disfrutando como yo. Hasta el mes próximo. Cuídense,

Gustavo García Miranda, Ingeniero Superior Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid, lleva 26 años trabajando en aviación. De ellos, una buena parte en el departamento comercial de Airbus en Toulouse, donde fué Director de Marketing para España y Latinoamérica durante once años, trabajando para la mayor parte de grandes aerolíneas de la región. En la actualidad reside en Barcelona, donde es jefe de consultoría de aerolíneas en ALG, consultora especializada en transportes y logística.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

fuente:  AeroLatinNews

Comentarios  

Lo que has dicho no tiene ni nombre. No se como has reunido el valor de sugerir semejante barbaridad pero, me gustaría que viajases tres o cuatro veces a la semana en las condiciones que propones que indirectamente sean implantadas. Creo que careces de vergüenza alguna.

Sinceramente,
Unai

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.