por Sergio Antonio Herrera
Cuando durante el mes de julio pasado, el gobierno de Rodríguez Zapatero, tomó la decisión de eliminar la Secretaría de Estado de Turismo y convertirla en Secretaría General, escribimos: "El zarpazo que la ha asestado Zapatero al turismo el viernes pasado, viene a confirmar una vez más que es la actividad o industria desconocida, de otro modo, nadie podría entender que un país al que le genera entre el 10 y el 11% del PBI, no solo no tenga un Ministerio del ramo sino que, de Secretaria de Estado, descienda a Secretaría General. Ya le están pegando al Presidente del Gobierno español desde todos los ángulos porque nadie, en un país que prácticamente ha "entrado a Europa" por el turismo, puede entender que se haya tomado esta medida. Leyendo la noticia en los diferentes portales, se repite la información que la medida obedece al objetivo de ahorrar algo más de dos millones de euros.En ninguna de las notas se precisa si esa cifra es por año, por mes o por cual período. A menos que sea por día, o por hora, menos entendemos la medida; ¿cerrar la Secretaría de Estado por dos millones de euros?"
Y ahora, con respecto a esta medida de vender la casa presidencial de Punta del Este en poco más de dos millones de dólares, nos suena muy parecido.
¿Alguien pensó en utilizar este lugar para fines promocionales?
¿Qué efecto podría haber tenido usarla para invitar celebridades y "convertirla" en un punto del alto glamour que siempre pretende Punta del Este?.
Recién en enero de 2009 el actual Presidente José Mujica tomó conocimiento que el Conrad de nuestro principal balneario "es una fábrica que da trabajo a dos mil personas"; parece coherente entonces que haya decidido que la residencia presidencial en ese lugar, no tiene razón de ser.
Vemos la importancia creciente que cada día se le va dando en mayor medida al turismo en otros lugares, como queda expresado en el artículo editorial de la presente edición, mientras que aquí hoy, debemos lamentar una ¿irreparable? pérdida para el patrimonio turístico uruguayo. Nos vemos.
Portal de América