por Sergio Antonio Herrera, desde Punta del Este
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En el caso concreto de estos dos delegados argentinos, o agentes turísticos, o como se les denomine en cada lugar, la información se limita a decir que fueron cesados en sus funciones, la antigüedad que tenían en el cargo y lo que cobraban. De ninguno de los dos se ha dicho que no cumplían sus funciones, que trabajaban en negro, que eran impresentables, que no hablaban el idioma del lugar, que eran ineptos, o siquiera, que eran feos o vestían mal. No, al parecer fueron cesados porque hace muchos años cobraban mucho y pertenecían a la cartera de turismo...

¿El estado argentino tendrá claro cuánto cobran y desde cuando, los agregados militares de todas sus embajadas?
¿Y los comerciales?
¿Y los funcionarios administrativos?

¿El Estado argentino tendrá algún estudio realizado que indique cuánto han influido en la promoción del destino turístico Argentina en Estados Unidos y en Francia estos dos funcionarios cesados?

¿Es mucho 13 mil dólares de salario en Estados Unidos para un funcionario diplomático que debe representar a su país ante el exigente mercado emisor estadounidense?

¿La funcionaria de la embajada en París cesada no cumplía funciones promocionales que ameritasen cobrar ese salario en una de las capitales más caras del mundo?

Hace muchos años, el director responsable de un periódico en el que nosotros coproducíamos el suplemento especializado "Rutas y Destinos" que aparecía los viernes, publicó un artículo editorial en la mañana de un sábado para desautorizar una opinión vertida por nosotros en el editorial del día anterior, "...pues escapó al control editorial por tratarse de un suplemento de turismo"...

La moraleja sería "si escribe sobre turismo no debería opinar, por eso no lo controlamos".

Y en el caso de los dos delegados argentinos cesados sería entonces: "...como pertenecían a la cartera de turismo, o sea una actividad para nada relevante, era un disparate pagarle lo que le pagaban"...¿no?.

Ojalá el señor Milei y sus colaboradores lleguen a obtener todo el éxito que necesitan nuestros hermanos argentinos que tengan, para poder sacar a la entrañable nación vecina del lío en que está sumergida.

Pero no es la primera vez que le "tiran el viandazo" al turismo, porque ya desde el inicio lo descalificaron, lo ningunearon, sin pararse a reflexionar que al igual que las exportaciones, es la herramienta idónea para la generación de riqueza que tanto precisan para revertir la nefasta situación heredada.

Quizás los funcionarios de Miami y de París estén bien cesados, pero de ninguna manera podemos aceptar sin "patalear" que sólo haya sido "porque son de la cartera de turismo".

¡Viva el turismo carajo!

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