por Sergio Antonio Herrera, desde Miami, ADEIPDA - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Las propinas

Generalmente mi esposa trata de desentenderse e inclusive busca alguna excusa para “no estar" en el momento que debemos pagar la adición pues sabe lo que viene. Nos hemos negado, nos negamos y nos negaremos a pagarle parte del salario a quien nos atiende, al menos de modo explícito. Hay extremos donde directamente se incluye un 15, 18, 20 y hasta 25 por ciento por ese concepto y en otros, nada sutilmente esos importes son “sugeridos”. Si nos atienden bien, como hacemos habitualmente, dejamos un diez por ciento al camarero en reconocimiento y gratificación por el buen servicio recibido. Si no somos bien atendidos, pagamos la cuenta y punto, nada más.

El bidet

Seremos breves ya que no es un tema muy fácil de encarar y a simple vista, no muy agradable, El concepto hotelero norteamericano no tuvo ni tiene y sospechamos que tampoco tendrá este elemento disponible en los baños. A pesar de que hace ya buen tiempo existen las toallitas húmedas, imaginamos la cantidad de turistas que (además de temas de conducta) anda por el mundo con “la cola sucia”.

Las tostadas

Salvo excepciones, generalmente en hoteles de buen nivel, es muy difícil encontrar las simples tostadas de pan de molde a las que estamos acostumbrados y pululan las * french toast”.

La temperatura en cabina

Evidentemente existen motivos sanitarios para que cada vez la temperatura en cabina de los aviones sea más baja, tal vez haya complicaciones del mismo origen para la distribución de mantas. Pero algo habrá que hacer. Es una gran incomodidad que en muchos casos provoca estados gripales que pueden arruinar un viaje.

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