Campiani: de V.I.P en Punta, a P.P.L. en Campanero
Lunes, 06 Enero 2014 22:04

Campanero, hasta allí fuimos Campanero, hasta allí fuimos
"Cuando el viernes 20 veía que avanzaba la hora y no me tomaban declaración, le pregunté a la jueza si cambiaba mi pasaje de esa noche a Miami y me respondió que no lo tenía claro porque quería hacer un careo. Llegué a decirle a Arturo (Alvarez Demalde) que iba hasta American Airlines, cuya oficina está muy próxima al juzgado a hacer el trámite y me dijo que no lo hiciera, que estaba toda la prensa en la puerta. Le dí la razón e hice el cambio de fecha por teléfono. Nunca hubiera podido salir, ya estaba detenido, con las fronteras cerradas y no lo sabía y esa anoche, terminamos yendo los tres esposados hasta una celda de uno y medio por uno y medio", respondió el ex CEO de Pluna a nuestra pregunta ¿cuándo tomaste conciencia que ibas preso?.
Arapey 1250x115
SACRAMENTO - proasur
SACRAMENTO radisson
TSTT-1250x115
Mintur verano 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
CIFFT 1250x115


por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter

"Estábamos muy contentos, habíamos quedado muy conformes con las respuestas dadas en el interrogatorio y habíamos presentado muchas pruebas de lo que decíamos, en ningún momento se mos pasó por la mente que íbamos a terminar acá".

"Acá", es un patio externo en el que conversábamos el pasado domingo 5 de enero dentro del Centro de Rehabilitación de Campanero, en el kilómetro 125 de la ruta 8, luego de pasar Minas, la capital de Lavalleja.

La edificación en la que predomina el blanco, el amarillo y algo de gris se divisa desde la carretera pero no hay cartel indicador. Cuando vimos la posibilidad de girar a la izquierda lo hicimos y a través de un camino de balasto y piedra de más de 400 metros, llegamos a estacionar a escasos treinta de la puerta de acceso.

Nos habían dicho: "No se te ocurra ir de bermudas ni de musculosa y mucho menos llevar grabador; dejá el celular en el auto y si querés llevarles algo, lo ideal es un bidón de agua".

Nos franquearon el acceso y allí quedamos, parados junto al bidón, afortunadamente a la sombra de un techo de chapa aguardando turno para entrar junto a una veintena de personas de los más diversos apectos, todos, con algún paquete o bolsa.

Por quedar junto a la puerta más de una hora y media, nos fue posible escuchar varios diálogos de los efectivos a cargo, con visitantes que llegaban de bermudas los hombres o con musculosas las mujeres y uno a uno eran rechazados no permitiendóles entrar pero, creemos que nadie quedó sin ingresar, las soluciones fueron apareciendo y en algunos casos, desde adentro del establecimiento mismo en forma de pantalón largo o remera sustitutiva.

Tuvimos que dejar en un casillero la billetera y las llaves y pasar por revisación en una habitación donde nos aguardaba un uniformado con guantes de látex.

A pesar que durante todo el tiempo que estuvimos pudimos observar un trato muy correcto y hasta amigable del personal policial con todos los visitantes, la forma de revisación nos sorprendió y sin dudarlo, decimos que es más rigurosa que la que nos hicieron en el Penal de Libertad cada vez que íbamos de visita entre 1974 y 1985. Primero nos pidieron sacarnos la camisa, la cual fue revisada minuciosamente a lo largo de todas las costuras al igual que el pantalón, la prenda siguiente y los zapatos. Pero la cosa no terminaba allí, debimos bajarnos el bóxer, quedar en cuclillas y toser, mientras el policía parado a un costado, suponemos confirmaba que no se nos había caído nada desde adentro de nuestro organismo.

"Muy bien pase, derecho por el pasillo y doble a la izquierda" nos dijeron.


¿Por dónde?, ¿Me tienen que decir algún número? ¿Adónde voy?

"Derecho por el pasillo y doble a la izquierda" repitieron. No preguntamos más, caminamos derecho y doblamos a la izquierda y empezamos a ver gente sentada en sillas blancas, paradas, agrupadas de a dos, tres, cuatro y más y mientras caminábamos fuimos deduciendo que habíamos llegado y que ahí, era la visita.

Otra vez la referencia a nuestra anterior experiencia en un establecimiento de detención: no había uniformados, en el total de personas que divisábamos no se distinguía quien visitaba y quien era visitado. Al primero que vi fue a Arturo Alvarez Demalde con remera celeste, jeans y championes y rodeado de quienes después supe, eran su familia: esposa, tres de sus cuatro hijos, su hermano y sus padres.

Casi enseguida vi a Sebastián Hirsch, con dos amigos a los que conocí en la espera de la entrada, uno de los cuales había visto peligrar su ingreso ya que fue uno de los que vestía bermudas. Los saludé a ambos y llegué adonde estaba Matías Campiani, vestido igual que Hirsch, con jeans, championes y remera blanca, junto a sus tíos, compartiendo unas milanesas y una tarta presumiblemente de zapallitos.

Al poco rato de llegar se marcharon los tíos y quedamos mano a mano con Campiani aproximadamente por espacio de una hora.

Algo sabíamos, además de sospecharlo, conociendo su personalidad. Entre los tres han planificado  rutinas y las cumplen a rajatabla a diario.

"Doy clases de gimnasia dos veces al día, a la mañana y a la tarde; hago una sesión de meditación y una de yoga y cada día se van incorporando nuevos alumnos dentro de la población carcelaria. Con Sebastián y Arturo dedicamos cinco horas diarias a preparar el segundo alegato para cuando comience el juicio después de la feria. Escribimos todo a mano y en papel, aquí no hay Internet ni computadoras".

La población se compone de 30 reclusos, divididos en cinco celdas de seis personas cada una.

"Aquí hay de todo. Desde algún homicida o rapiñero, hasta quienes tuvieron la desgracia de matar a alguien conduciendo un auto o algún implicado en el narcotráfico, pero te aseguro que es impresionante la solidaridad general. Nos prestamos comida, bebida, hasta ropa y el trato de los policías es muy correcto, muy bueno. Por ello te digo que a pesar de las circunstancias, dentro de todo, estamos bien."

¿Van a apelar el fallo?

"Aún no lo sabemos. "

Hay mucha gente a la que le sorprendió que aceptaran venir antes de la feria judicial, sobre fin de año. Luego del artículo que publicó Brecha, estando yo en Panamá recuerdo que te mandé un e mail, preguntando si venías.

"Lo recuerdo perfectamente y te respondí que sí, que venía, lo hice de inmediato. Siempre que nos convocaron me presenté, tenía y tengo la conciencia tranquila, no cometimos ningún delito, no hicimos ninguna estafa, nosotros teníamos como norte vender la empresa, nunca lo ocultamos, ya fuera haciéndola cotizar en bolsa o si aparecía algún interesado y por ese motivo, siempre tuvimos todo ordenado, en regla, con las cosas bien claras. En ese contexto nos hacíamos auditar por KPMG, ¿a vos te parece que una empresa de ese nivel se puede prestar a hacer algo incorrecto?.

---------------------------
El e mail:

De: Matias Campiani
Enviado el: viernes, 22 de noviembre de 2013 03:07 p.m.
Para: Sergio Antonio Herrera
Asunto: Re: Hola

Porsupuesto que voy a ir! Que gano con no ir?? Siempre qué me citaron fui no hacen falta las amenazas...

Abrazo

Sent from my iPhone

On Nov 22, 2013, at 11:53 AM, "Sergio Antonio Herrera"  wrote:

Estaba por llamarte porque acabo de leer la Info en Subrayado donde dice:

La prueba fundamental que compromete a Matías Campiani es un estudio realizado por la perita contable Élida Prado que viene siendo analizado por la Justicia y Crimen Organizado. Recordemos que en un período de cinco años, Campiani como accionista mayoritario de Pluna generó un pasivo de más de 370 millones de dólares con la emisión de cheques sin fondo. Y después agrega: Entre los políticos vinculados al caso Pluna, se considera la posibilidad de que Campiani no se presente ante la sede de Crimen Organizado y pueda convertirse en otro empresario prófugo como el caso del Banco Comercial y los hermanos Röhm. Pese a ello desde la Fiscalía y el Juzgado de Crimen Organizado se asume un rol garantista y aseguran que se darán “los pasos que la ley permita” a fin de que haya justicia, detalla el semanario. Lo que suele hacerse en estos casos es el cierre de fronteras y el pedido de captura a través de Interpol.

y  como estoy por grabar el programa del domingo para mandar a Montevideo quiero fijar mi posición en el tema.

---------------------------



Mientras lo vimos caminar hacia la salida del patio, acompañando a sus tíos cuando se marcharon con un plato con comida en la mano, se nos representaron en catarata, imágenes de los últimos años, algunas de las cuales trataremos de recordarlas.

En su escritorio de la casona de la calle Miraflores, delante de la foto de Marylin, diciéndonos: ¡qué bueno que es hablar contigo que no debo explicarte que el 767 es el grande y el 737 el más chico!.











En Montreal, recibiendo las llaves del primer CRJ, en la fábrica de Bombardier.











En la pista del aeropuerto de Bombardier, en Mirabel, con 18 grados bajo cero, a punto de subir al avión.

En Turks & Caicos, cuatro horas después, con 30 grados centígrados, repostando.

En el hotel de Manaos, a la mañana siguiente haciendo rodar mi maleta, casi corriendo delante mío porque me habíua retrasado mandando el material para el PDA y había llegado a mi habitación para apurarme.




Haciendo el discurso en el hangar del aeropuerto con Vázquez, Astori y Rossi entre otros, escuchándolo.

En Wings of Change, el simposio de IATA en Santiago, participando en paneles junto a otros CEO´s latinoamericanos e integrando el jurado d elos premios GALA, al año siguiente de recibir él mismo el premio Federico Bloch.

En un cóctel en el Conrad, junto a Jutta.

En la casa de su madre, en San Rafael, el verano pasado.

Compartiendo una cena, en Miami, en julio pasado.

Saliendo esposado, del juzgado de Crimen organizado.

"Le fui a preguntar a un guardia si podía llevarme esta comida y me respondió que podía llevarme todo lo que había traído, seguramente creyendo que yo era visita y le dije que era un PPL...".


¿Qué significa PPL?

"Persona Privada de Libertad..."

Portal de América





Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.