por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter

El empresariado de los países de la región debería tomar la iniciativa y organizar foros de capacitación para gobernantes. Tanto para funcionarios del Poder Ejecutivo como para los parlamentarios.

Entre las primeras cosas que habría que trasmitirles es que NI CUANDO HAY BUENOS RESULTADOS NI CUANDO HAY MALOS, SU GESTIÓN ES DECISIVA.

Deberían declarar a la prensa solamente acerca de lo que hicieron y no, sobre los resultados.

Cuando en febrero de 2010 hubo un terremoto en Chile cayeron todas las reservas en todo el territorio y la economía chilena perdió miles de millones de dólares a pesar que una ínfima parte de su territorio (menos del 5%) estuvo afectada. El mal manejo de la comunicación hizo el resto.

¿Tuvo la culpa la autoridad de turismo de Chile?

Cuando en 2011 las cenizas del Volcán chileno Copahue estropearon la temporada de invierno en los centros de esquí argentinos, paradójicamente los turistas se desviaron a los centros de esquí chilenos, recordamos lo que escuchábamos en las oficinas de la FEDETUR en Santiago de Chile cuando los visitamos posteriormente: "Chile no ha estado ajeno a esta tendencia de crecimiento en las llegadas turísticas internacionales, con una tasa entre enero y septiembre de +11,9%, según las estadísticas dadas a conocer por el Servicio Nacional de Turismo. Cifra alentadora, pero inferior al crecimiento que se ha producido en varios países vecinos, como Perú, Colombia y Uruguay, o al promedio de la región sudamericana, que llegó a 15,4%, según el mismo informe de la OMT. Es más, el crecimiento del turismo receptivo chileno se explica en parte no despreciable por el incremento en las llegadas desde Brasil, el que, a su vez, tiene su origen en el prolongado cierre del aeropuerto de Bariloche debido a las cenizas del Cordón del Caulle, lo que desvió a muchos turistas brasileros de invierno desde Argentina a las estaciones de ski chilenas".

Esto lo reflejábamos en el artículo Espejo donde mirarse del 14 de noviembre de 2011 y decíamos: "Cuando vemos que en pocos lugares hay resistencia a mostrar estadísticas favorables, sean cuales sean las causas, ver que un equipo que fue elegido, entre un cúmulo de otras funciones importantes, también para mejorar los resultados, tenga la honradez intelectual de no subirse al podio equivocado, reconociendo que fue una causa fortuita (las cenizas volcánicas) las determinantes del crecimiento coyuntural, no puede merecer otro reconocimiento que un sonoro aplauso que atraviese la Cordillera de los Andes y sea oído por ese equipo. Como anécdota, tal vez de humor ácido, está mi comentario en esa reunión: "Encontraron una nueva herramienta promocional para el turismo de invierno, las cenizas del Cordón del Caulle" ...".

¿Tuvo la culpa la autoridad de turismo de Argentina?


En Punta del Este ¿Lujo o moda?, José Abó, argumentando que nuestro principal balneario debería ser considerado una marca de lujo dice: " A fin de temporada si el ministro nos dice que la cantidad de turistas aumentó un 5, 10 o 15 %, el mismo debería ser interpelado para que explique claramente si no está destruyendo la marca.  En cambio si nos anuncia que la cantidad de turistas bajó un 10 % pero que debido a que la composición ha cambiado y han venido más europeos el gasto medio subió, entonces debería ser aplaudido".

Otra mirada diferente pero que apunta hacia el mismo lugar, el de relativizar los resultados pero más que eso, el de hacer lo propio con las gestiones.

"Siempre se hizo así"

Hasta que apareció Internet y de alguna manera se multiplicaron los analistas de la actividad, era una rareza editorializar sobre turismo.

A principios de los noventa, cuando créase o no, en Rutas y Destinos el suplemento de viajes de los periódicos uruguayos La mañana y El Diario, afines al ala más conservadora del Partido Colorado, tuvimos la osadía de editorializar acerca de la renuncia del por entonces Director de Turismo de Montevideo, Benjamín Liberoff, aclarando que tuvo que aceptar que rodara su cabeza por disciplina partidaria ya que no había cometido ningún dolo sino una desprolijidad administrativa, al día siguiente, el Director de La Mañana, Alabán Demare pretendió desautorizarme argumentando que mi artículo "por ser escrito en un suplemento de turismo escapó al control de edición"...

Poco a poco las cosas han ido cambiando y a pesar que mucha prensa sigue difundiendo la palabra oficial sin cuestionamientos, por comodidad o mejor expresado, por no tener especialistas en sus redacciones, ya no es tan fácil "meter gato por liebre".

Lamentablemente, las utópicas Cuentas Satélites de Turismo no llegarán nunca, para certificar la verdad de las estadísticas.

Nos vemos

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