por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter

Tal vez este artículo sea innecesario para muchos y hasta quizás algunos puedan catalogarlo de inconveniente para nosotros mismos.

Pero estamos a una altura de nuestra vida en la que cada día nos importa más ceñirnos a la realidad y descartar las poses, aunque como decimos, nos pueda jugar en contra.

La realidad del periodismo de turismo por estas latitudes, es bastante diferente a la que muchos pueden visualizar y al menos hasta el momento, no permite que las empresas puedan disponer de equipos numerosos.

De un tiempo a esta parte, por acuerdo familiar, por organización personal y hasta por salud, hemos decidido que debemos hacer algunos períodos de abstracción de la rutina diaria y además, coordinarlos con viajes, por una muy simple razón, es una de nuestras principales obligaciones para estar actualizados.

Cuando diagramamos el reciente viaje a México y Estados Unidos, reparamos en que retornaríamos muy cerca de la fecha de inicio de FIT, evento al que como todos saben, vamos todos los años.

En nuestra mirada hacia el referido momento, supusimos (y no le erramos) que dado el especial momento que se vive con la hermana República Argentina, más que con la República, con su gobierno, la delegación uruguaya sería numerosa, aunque no pensamos que tan numerosa como terminó siendo.

Y ello fue lo que pesó definitivamente para tomar nuestra decisión final.

Lo hemos escrito en más de una oportunidad, eventos como la FIT para lo que más sirven es para "ver" y "ser vistos". En una multitud, ya se sabe, las posibilidades de hacerlo disminuyen ostensiblemente.

Pero lo más importante (juro que quiero estar equivocado) es que pensamos que uno de los grandes errores que se cometen año a año en el stand de Uruguay en la FIT, en esta edición, sobraban los motivos para que se repitiera.

Con muy buen criterio, siempre, en el stand uruguayo hay una sala acondicionada para presentaciones. Con pantalla gigante, audio y asientos para determinada cantidad de invitados. Decimos con muy buen criterio porque se supone que en los asientos de los invitados, deberían sentarse precisamente los mismos, los invitados.

¿Quiénes deberían ser los invitados?

La respuesta debería ser de Perogrullo pero...

Obviamente allí tendrían que estar y por su orden: 1) Los potenciales clientes, es decir, operadores importantes de Argentina y de nivel internacional, 2) Prensa especializada y generalista y 3) Autoridades de otros países, presentes en el evento.

De modo accesorio, para el caso que se debiera "rellenar" por escasa concurrencia de invitados, podrían tener su lugar los empresarios o los funcionarios compatriotas integrantes de la delegación.

Tal vez nos equivocamos de medio a medio y si es así, lo diremos y aún más, nos pondremos muy contentos de verdad, pero, con los ojos cerrados, sin preguntarle a nadie que esté en el feria, sin haber hablado con ninguno de ellos, presumo que esa sala, en cada una de las presentaciones, tuvo inmensa mayoría de uruguayos y muy pocos invitados reales.

De todos modos reiteramos: de haber podido, hubiésemos ido, especialmente para el reencuentro con queridos amigos que siempre vemos allí, pero, además de las razones apuntadas, hay otras que tienen que ver con mucho más que nuestro propio trabajo, que requerían nuestra presencia aquí, acerca de las cuales, en las próximas horas podremos ampliar.

Nos vemos.

Portal de América

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