Pisando callos a contramano, de vez en cuando hay que abrir el paraguas
Miércoles, 08 Agosto 2012 16:31

Pisando callos a contramano, de vez en cuando hay que abrir el paraguas
Uruguay es un país pequeño y dentro de ese reducido tamaño, el sector turismo y aviación comercial lo es aún más. Diría que dentro del universo de la economía nacional, si bien últimamente ha "pelechado", sigue siendo para la casi totalidad de los mandamases, una cuestión secundaria en el mejor de los casos. Pero si entramos en el terreno político, la cosa es aún peor, directamente el turismo y la aviación comercial son descartables. Pruebas sobran.
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por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter

En este  reducido territorio y en ese más pequeño sector de actividad, no abunda precisamente la opinión periodística. Siempre ha existido una forma muy light de cubrir hechos y noticias e históricamente, la aplastante mayoría de los comunicadores especializados  ha optado por hacer un periodismo informativo, social, difusor de los contenidos que el Estado y las corporaciones quieren hacer conocer, lo cual es una parte muy importante de la comunicación pero no lo es todo, ni mucho menos.

Quienes nos siguen, saben de sobra que somos, además de buscadores, generadores de opinión y para serlo, editorializamos y obviamente opinamos, a diario.

En este contexto descripto, donde para criticar a Peñarol hay que aceptar el riesgo que a uno lo tilden de bolsilludo, criticar al gobierno es equivalente a ser en el mejor de los casos opositor blanco u opositor colorado, aunque lo más seguro es que se pase a ser automáticamente reaccionario y quizás, enemigo de la patria.

Del mismo modo, criticar a una empresa, un empresario o servicio, o simplemente animarse a decir o escribir lo que otros no quieren o no pueden pero saben, igual que yo, además de raro, para algunos es idiota y para otros, demasiado transgresor.

A raíz de algunos artículos escritos y publicados últimamente con mi firma o directamente, de mi autoría, como se sabe que son los editoriales diarios (de lunes a viernes)del PDA, he tomado conocimiento que hay cierto malestar con mi persona y no solamente en tiendas oficialistas, sino también en alguna empresa del sector.

En el marco de la Democracia y en una nación donde rige la más absoluta libertad de expresión, tengo la inmensa fortuna de realizar mi tarea en medios donde nadie me indica que es lo que debo escribir ni hablar, ni que límites puedo pisar o sobrepasar.

El tema está en que yo ejerzo ese derecho y como lo hago, debo aceptar las reglas del juego y entender que los callos que piso a alguien le duelan, es la ley de la vida.

¿Por qué esta columna?

Porque una cosa es ser pretendidamente ecuánime y coherente y probadamente independiente como pregono que soy y otra, muy diferente, es ser bonzo o kamikaze.

En favor de mis convicciones y mi teoría, opino a diario y generalmente, desde un ángulo muy diferenciado al de la mayoría de los colegas de la prensa masiva, que es donde se encuentra también a diario, opinión y posición editorial.

Todos quienes me conocen saben cual es mi palo, lo tienen muy claro.

Ni soy opositor y mucho menos reaccionario y como amo a mi patria, mal puedo ser su enemigo.

Pero al  no ser opositor ni reaccionario y precisamente, por amar a mi patria, me siento obligado a decir mis verdades, que nunca pretendo sean LAS verdades.

Las digo, las escribo y afortunadamente, no debo rectificarme casi nunca, pero cuando he debido hacerlo, como hago periodismo desde la buena fe, lo he hecho.

Entonces, ya me llegaron los mensajes, al igual que otras veces. Ya tomo conocimiento de cuales son los callos que duelen, entre los pisados últimamente.

Y como lamentablemente, también en estos días está tristemente de moda la violencia doméstica y al decir de una conocida vedette rioplatense, "si me pasa algo, ya saben de donde viene", lo digo.

Y aclaro específicamente, lo de la violencia es apenas para ejemplificar, no es mi caso; si aparece algún tipo de represalia o contragolpe, no estoy estimando que sea violento, pero no descarto que surja de alguna otra manera.

¿Estoy abriendo el paraguas?

Se puede tomar de diversas formas, pero lo que hago, como siempre, es decir mi verdad.

Nos vemos.

Portal de América



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