Economía, turismo y transporte aéreo
Martes, 23 Agosto 2011 11:37

Economía, turismo y transporte aéreo

Angela Merkel y Nicolas Sarkozy de hecho han resuelto que a partir de ahora será “regla de oro” para los países de la U.E. respetar los viejos límites del 3% y el 60% del P.B.I. para el déficit fiscal y el endeudamiento respectivamente, lo que se dio en llamar el “principio de los presupuestos equilibrados como la piedra angular del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”.

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

En mi opinión esta regla implica poner fin a las “viejas políticas” de contraer deuda parta financiar gastos corrientes, que en definitiva es lo que causó esta crisis de aparente signo económico, pero de genuina raíz política.

El caso Grecia confirma nuestra afirmación.

Sin embargo esta filosofía de contraer deuda para no solo financiar gasto sino incluso para gastar más de lo prudente, parte de una falsa creencia de que los derechos no tienen costo alguno.

Políticamente, y la Argentina no fue ni es una excepción, los gobiernos o mejor dicho los políticos y ciertos enclaves intelectuales contribuyeron a difundir esta teoría que llamaría “derechos para todos” que nos llevó a crear, conceder y mejorar beneficios o derechos sin prever su costo y su financiación.

Puede haber y de hecho las hay pretensiones legítimas pero en esos casos antes de satisfacerlas hay que saber aplicar el principio de la escasez, regla económica de aplicación política.

La otra cuestión no resuelta también de naturaleza política, de esta crisis, es la de fijar las reglas que determinarán como se compartirán las pérdidas entre acreedores y deudores.

Cabe suponer que la cuestión se dirimirá según los votos que aporten unos y otros, pero aplicando la filosofía vigente estimo que se tenderá a favorecer a los deudores lo que tendrá obviamente un costo fiscal que obligará a cercenar derechos vigentes como los previsionales, a postergar por largo tiempo la concesión de nuevos derechos y a morigerar el goce de muchos de los vigentes.

Esta situación global impactará en el consumismo que diferencio del “consumo”.

A este lo llamaría el gasto normal, de una persona o una familia  y para el consumismo me remito a la muy acertada definición de la Real Academia “Tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios”.

El consumismo ha sido favorecido no solo por el crédito barato  sino también por el modo en que las instituciones financieras facilitaron el acceso al crédito sin analizar la consecuente capacidad de pago y destino del crédito.

Esta última es para mí una de las responsabilidades que deberán asumir y pagar los banqueros.

Una cosa es conceder crédito para un emprendimiento, como es la filosofía de los “microcréditos” y otra concederlo lisa y llanamente para financiar “consumismo”.

En el turismo, una gran parte de los paquetes que se comercializan, los llamados “IT” son financiados por tarjetas de créditos -bancos- y los usuarios de ese modo de viajar  son en general gente de clase media de nivel medio a baja.

¿Este segmento de la población cómo reaccionará?

Días pasados me contaban algunos agentes que en nuestro medio (Argentina) la demanda se mantienen normal y más aun estimaban que se incrementará luego del aplastante triunfo de Cristina en las pasadas elecciones internas y seguramente de lo que será el 23 de octubre en las elecciones presidenciales.

Sin embargo la duda se plantea cuando se mira el panorama global y la pregunta apunta a como impactarán las consecuencias de la crisis en el país.

En ese punto se frunce el ceño.

Nadie atina a predecir cómo será ni cuando se producirá el impacto, pero se sabe que pegará.

Surgen varias preguntas: ¿seguirán las tarjetas financiando ese tipo de “consumismo”?; ¿el objetivo de la baja tasa de interés apenas por arriba del cero, es para mantener la fiesta del gasto o parta facilitar los proyectos de inversión o nuevos emprendimientos…?

¿La gente seguirá afiliada al consumismo o comenzará a optar por un genuino consumo que implica también pensar en el ahorro?
Estimo que será fatal que esta “escasez” generalizada impactará de lleno en el turismo y en el transporte aéreo y parecería que las líneas aéreas han comenzado a pensar seriamente en sus gastos y en sus ingresos.

Air Berlín, por ejemplo, suprimirá un millón de asientos durante esta segunda parte de 2011 según lo anunció recientemente y si bien se invoca como causa los riesgos del precio del combustible y la incidencia de las tasas aéreas, lo cierto que la disminución de la oferta  esta relacionada con el nivel de ingresos o mejor dicho con su rentabilidad, diría que Air Berlín deja de lado la política del “ofertismo” palabra que no existe y que quizá sestamos inventando hoy.

Por “ofertismo” entiendo la tendencia inmoderada a ofrecer bienes o servicios innecesarios que la gente solo consume si lo considera una bagatela.

En general el “ofertismo” es una pésima política comercial y económica ya que consiste –en el transporte aéreo- en obtener fondos para pagar gastos pasados al costo de contraer endeudamiento futuro como es lo “vendido no volado”.

De todos modos es razonable pensar que la gente al comenzar a advertir que forzosamente los estados van camino a políticas austeras, que mas que gastar menos, debería significar gastar bien; también racionalizarán sus consumos ya que el “consumismo” podría poner en tela de juicio la solidez patrimonial de las familias.

En España por ejemplo un cuarto del millón de hipotecas, según lo consigna el diario “Cinco días” supera el precio de las viviendas y esa diferencia es una deuda que debe ser afrontada con el resto del patrimonio de cada deudor hipotecario.

Esos afectados ¿aumentaran o disminuirán sus gastos en turismo?

Es cierto el turismo y el transporte aéreo son industrias importantes que generan recursos y permiten sustentar fuentes de trabajo, ¿pero en qué nivel de prioridad serán puestos por la gente el gasto en turismo y transporte aéreo, en una situación de dinero barato y crisis económica y política y dirigencias que no atinan con una propuesta creíble y posible de solución?
Esa es la pregunta a la que todos los involucrados en estos negocios del turismo y el transporte aéreo le buscan respuesta.
Mi opinión es que se reducirá la oferta y obviamente disminuirá la demanda.

En Argentina estimo que se modificarán los hábitos y el “IT” será la opción de un mayor segmento de gente, porque de alguna manera permite conocer el nivel de gasto ab initio.

De todos modos todo dependerá del precio del dólar y con razón o sin razón la gente espera una devaluación y como es sabido impacta de lleno y negativamente en el salario real.

Portal de América

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