La crisis económica y el turismo
Jueves, 25 Noviembre 2010 22:56

La crisis económica y el turismo

Siempre he creído que España es un buen termómetro para prever la evolución de los movimientos o tendencias turísticas. En el lapso enero/octubre el flujo de turistas hacia España fue de 47,2 millones, cifra que marca un crecimiento del 1,2% con relación al mismo periodo de 2009.

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por Luis Alejandro Rizzi desde Buenos Aires

Si descomponemos esa cifra total, veremos que los países tradicionalmente abastecedores de turistas, Reino Unido y Alemania, disminuyeron su aporte en 2,2% y 1,6% respectivamente y por el contrario los países nórdicos e Italia compensaron largamente esa merma al crecer un 28,2% y 23,5% junto con el turismo procedente de Holanda que creció un 33, 6%. Medido en personas estos países aportaron casi un millón de turistas más que el año precedente.

Es curioso el caso de Italia, país que pese a estar sumergido en una doble crisis, política y económica aumentó significativamente el aporte de turistas a la península ibérica.

Quizás la explicación se encuentre en el volumen de la llamada “economía informal”, que es ese sector que generalmente está ajeno a las crisis aunque contribuye a las mismas por la evasión o elusión fiscal.
Otro dato interesante nos dice que los turistas que visitaron España sin recurrir a un contrato turístico subieron el 7,5% en octubre y descendió el 0,9% el de quienes optaron por esta forma de viaje con paquete turístico.

Esta relación podría significar contrariamente a lo que suele creerse que la gente que piensa viajar por turismo considera que en épocas de crisis es más conveniente viajar por propia cuenta que contratando paquetes, ya que de ese modo se pueden conseguir mejores precios en los diferentes servicios.

Al respecto todos estamos plagados por anécdotas contadas por viajeros en el sentido de los descuentos conseguidos negociando en el momento de cada contratación.
Vale la pena recordar que Madrid y Barcelona se situaron entre las seis ciudades europeas de la eurozona con descensos de rentabilidad de entre el 20% y el 30% en la industria hotelera durante 2009. Esta caída de la rentabilidad se imputa a la disminución de la demanda y la competencia existente en materia de tarifas.

Analizando estos grandes números parecería que más que disminución de la demanda hotelera lo que se ha producido es una caída del ingreso promedio por habitación que podría haber llegado hasta un 20% en Europa, mientras que en España se asegura que la caída llegó al 30%.


Esto también explicaría el permanente crecimiento del turismo aportado a España por las low cost que ya supera al tráfico de las aerolíneas de red.

En julio pasado el 58,4% de los pax arribados a España, seis de cada diez, lo hicieron en alguna de las “low cost” que alli operan.
Las crisis económicas en general provocan mas que una propensión al ahorro una propensión a gastar menos buscando los mejores precios que ofrece el mercado especialmente en los sectores de alta competencia como parece ser el sector hotelero.


Este fenómeno se da en las zonas del mundo donde la crisis no solo impacta más sino donde además pone en crisis a un sistema de “bienestar general” que hoy luce insostenible y que fue el orgullo de la social democracia. Quizás esto explique la caída del turismo emisivo por parte de Alemania.
Por ultimo creo que estas tendencias demuestran que la gente se va habituando a contratar y armar sus viajes sin recurrir al agente de viajes como antaño.

A propósito, pareciera que la profesión de agente de viajes no encuentra el nuevo perfil que exige el momento actual.


En las zonas marginales de la crisis como son las de los países  llamados “emergentes”, la economía  aparenta funcionar sin sobresaltos aunque compartiendo ideas de Roubini "Eso sí, los países emergentes no están del todo desacoplados, igual pueden verse aunque sea un poco afectados por una nueva desaceleración de Estados Unidos o Japón".
Esa suerte de “alarma” disparada por el célebre economista, de todos modos parecería no afectar en lo inmediato el crecimiento promedio de Latinoamérica estimado entre un 4 y 5 por ciento.

Sin embargo se da el caso de países que crecen con inflación como Argentina dónde se la estima en un piso del 25% anual y otros que crecen algo menos pero sin inflación; en este marco el turismo puede tener por lo menos en lo inmediato un crecimiento insospechado.


En el caso Argentino, la inflación impulsa el gasto y el gasto produce en lo inmediato crecimiento  pero todos sabemos que esta relación dista de ser un circulo virtuoso, por el contrario en el mediano plazo, difícil de estimar, este nivel de gasto se hará insoportable y ese circulo se convertirá en “perverso” que es en verdad lo que siempre fue. En esta rara economía que impera en la Argentina aunque parezca paradójico, se ahorra gastando.

La inflación y la virtual convertibilidad  existente entre el peso y el dólar impulsarán fundamentalmente el turismo emisivo que si bien implica gasto en dólares, esa demanda le vendrá bien al Banco Central en este periodo de abundancia de reservas que impulsan la reevaluación del peso, aunque cueste saber cuales serian realmente las reservas de “libre disponibilidad”, titulo que le damos al eventual saldo entre activos y pasivos del Central.

En los otros países también habrá incrementos en el movimiento turístico pero en esos casos ese aumento se deberá a la confianza en el sistema economico, diría que en Argentina hay una “compulsión” al gasto que también podría tener algún significado político si es que creemos en el “voto bolsillo” o “voto licuadora”.

En el resto de los países, excluyendo a Venezuela, pensamos que estamos más bien, en presencia de un gasto más racional. 


Con ello quiero decir que en Argentina la gente gastará mas y se fijará menos en los precios, será un “deja vu” del célebre “dame dos”. 


Por el contrario estimo que en los países sin inflación la demanda será mas selectiva en la relación precios calidad.


En este contexto estimo que el “charter” será el camino que encontrarán los operadores turísticos y las líneas aéreas con capacidad de flota, para ofrecer tarifas atractivas en cada uno de los diversos paquetes que en general son por estadías de siete días a ello se suma en Argentina la carencia de aeronaves para estos fines.


En conclusion el “charter” moverá un gran numero de turistas y en estas latitudes el “charter” será la versión “low cost” del transporte aéreo.

Tengamos en cuenta que el “charter” permite ofrecer tarifas mucho más competitivas que el transporte regular porque el riesgo comercial lo asumen los operadores turísticos. Son ellos los que pierden si el avion despega con asientos vacíos que paradójicamente fueron pagados.


El turista latinoamericano estimo que contrariamente a lo que ocurre en Europa aun recurre y recurrirá mayoritariamente a los agentes de viajes para optar por los diferentes menús de los “IT” o para organizar sus viajes.

Lo cierto es que la tendencia pareciera estar apuntando al turismo “low cost”.

 

Portal de América

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