Argentina: ya no es el turismo ni el transporte aéreo, es todo
Jueves, 17 Septiembre 2020 13:11

Argentina: ya no es el turismo ni el transporte aéreo, es todo

Si bien el PDA es un medio periodístico especializado en turismo y transporte aéreo, en el caso argentino esas actividades se diluyen en un descomunal desorden político-económico. Según la OCDE, para el G-20 la Argentina y Sud África serán los países con mayor caída de su PBI, 11,2% y 11,5% respectivamente. Este será nuestro punto de partida para la nota que sigue.

SACRAMENTO - proasur
CIFFT 1250x115
SACRAMENTO radisson
Arapey 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
TSTT-1250x115
Mintur verano 1250x115


por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires (Aguardando la inevitable devaluación en un país cuyo gobierno está enhebrando viejos y desgastados retazos en vez de proponer un programa económico. Asi la economía funciona como impulsada por una desordenada fuerza centrífuga que nos va desintegrando en la aridez de la decadencia y el fracaso)

Las nuevas, viejas, medidas cambiarias ponen de manifiesto que la Argentina continúa en un default, que llamaría “consensuado”.

Formalmente se renegoció la deuda externa con jurisdicción extranjera, lográndose una quita de alrededor de un 45%, en números redondos lo que valía 100, ahora valdrá 55.

Se pretende negociar con el FMI para comenzar a pagar en 2024.

Todos sabemos que para poder cumplir se debe reducir el gasto, generar superávit y facilitar el ingreso de inversiones.

Todo parece ir en la dirección contraria.

Se conoció el proyecto de presupuesto en el que nadie cree, pero que nos dice que el déficit de 4,5 puntos se financiará en un 40% con deuda interna y el resto, 60% con emisión. Lo que induce a pensar que la disminución del gasto solo ocurrirá si se logra controlar y eliminar las ayudas extraordinarias consecuencia de la cuarentena de más de seis meses. Nada se dice de la reducción del gasto corriente. Mala señal.

Asimismo, el mismo día que se presentaba en sociedad ese presupuesto que no tiene otro valor que el de un mal dibujo, el Banco Central anunció casi en “privado” una serie de medidas que no resisten el escrutinio de la razón. Otra mala señal.

Por ejemplo, se obliga a las empresas que tengan vencimientos hasta el 31 de marzo próximo a un virtual default para el supuesto que no logren renegociar sus pasivos externos. Las que lo logren podrán acceder al “mercado único y libre de cambios”, MULC, para comprar un 40% de la moneda extranjera (dólares o euros), el 60% restante deberá ser refinanciado externamente (sic) a un plazo de dos años. La restricción alcanza también a toda moneda extranjera, en su equivalente en moneda dura.

Para los vencimientos que se produzcan hasta 31/12/2020, se deberá presentar antes del 30 de setiembre próximo el respectivo plan de refinanciamiento, y en tanto para los vencimientos a registrarse entre el 01/01/2021 y el 31/03/2021 la presentación se deberá hacer con una anticipación mínima de 30 días corridos antes del vencimiento del capital a refinanciarse.

Finalmente, la comunicación 7106 dispone que “El cliente deberá seleccionar una entidad autorizada a dar curso a este tipo de operaciones en el mercado de cambios para que realice la presentación a su nombre. La misma deberá efectivizarse mediante presentación en la mesa de entrada del BCRA dirigida a la Gerencia Principal de Exterior y Cambios.”

Las operaciones financieras incluidas en la “refinanciación forzosa” son las siguientes:

7.1. Endeudamientos financieros con el exterior del sector privado no financiero con un acreedor que no sea una contraparte vinculada del deudor, o
7.2. Endeudamientos financieros con el exterior por operaciones propias de las entidades, o
7.3. Emisiones de títulos de deuda con registro público en el país denominados en moneda extranjera de clientes del sector privado o de las propias entidades

Visto desde un punto de vista integral, entre el proyecto de presupuesto y las medidas cambiarias, el país se ha declarado en virtual default ya que no tiene dólares para pagar tanto la deuda externa pública como privada.

Esto significa que ante estos impedimentos para la salida de las pocas reservas de libre disponibilidad, que no superarían los tres mil millones de dólares, se intenta restringir al máximo su venta, pero de modo inversamente proporcional se cierra el ingreso de dólares o euros, con lo que el problema, o mejor dicho “cuestión” que se intenta resolver, se mantiene viva y se agrava.

El Banco Central también ha restringido el acceso al MULC para la compra de los famosos 200 dólares mensuales, sea para ahorro o cualquier tipo de gasto, no a personas sino a cuentas bancarias. Si una cuenta tiene dos titulares, solo se permitirá comprar un solo cupo mensual, lo que no deja de constituir una arbitrariedad, que nace en la necesidad de conservar las pocas divisas que quedan.

También se restringe el acceso a las personas que hayan hecho uso de refinanciaciones de créditos bancarios o deudas documentadas en tarjetas de crédito dispuestas como consecuencia de las cuarentenas y la imposibilidad de desarrollar varias actividades comerciales y profesionales. Lo que fue un beneficio se convirtió en represalia.

Es obvio que estas medidas afectarán la capacidad de la gente para el gasto turístico, pero ese impacto no será solo para el turismo emisivo sino incluso para el interno.

Con relación al turismo y el transporte aéreo, estas medidas reducirán aún más el mercado, lo que pone en duda su nivel de actividad por lo menos para lo inmediato, digamos los próximos seis meses.

Muchos pensamos que esta situación muy precaria no podría ser sostenida en el tiempo, con lo que quiero decir que esta presión financiera y cambiaria está destinada a una devaluación mediata y quizás a un desdoblamiento del mercado de cambios.

En lo inmediato, si hubiera ingresos por turismo no beneficiarán al Banco central, ya que para los gastos diarios los dólares se cambiarán en el Mercado marginal, con lo que los precios locales se reducirán en la misma diferencia que exista entre el MULC y el “mercado libre”.

Algún agente me comentaba que ya se estaría pensando que los gastos de hotelería se pagarían al llegar en pesos, con lo cual el turismo receptivo no generaría ningún beneficio al Banco Central, pero si impulsaría la actividad comercial.

Como vemos toda restricción tiene su efecto boomerang.

Recuerdo que algo parecido dijo el Primer Ministro ingles cuando devaluó la libra esterlina en 1992.

Un dato, la tasa de inversión de Argentina fue desde 2010 a 2019 del 13,4% del PBI, el PBI per cápita se mantuvo estancado.

Lo que no sabemos es si Aerolíneas Argentinas, que opera como sociedad anónima privada, pero de capital estatal, deberá renegociar los contratos de leasing financiero y operativo con sus lessor. Parecería que no, salvo los vencimientos que ocurran entre las fechas referidas.

Recordemos que sólo dos aviones le pertenecen en propiedad.

Me cuentan que algunos contratos tienen penalidades muy severas para el supuesto de rescisión antes de su vencimiento.

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.