por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires (El fracaso es una pasión y el gobierno está demostrando su extraordinaria idoneidad para potenciarlo. Por lo menos Alberto Fernandez puede sentirse orgulloso, su fracaso está siendo muy exitoso)
A partir de mañana los argentinos podrían gastar u$s 2.400,00 en un año por todo concepto. El precio del dólar será el fijado por el Banco Central en el Mercado único y libre de cambios, más el 30% del llamado “impuesto solidario”, más el 35% que se cobrará como una percepción a cuenta del impuesto a las ganancias. Los dos impuestos se calculan sobre el precio del dólar fijado en el Mercado único y libre de cambios, no se acumula un impuesto al otro.
En los hechos, a partir de hoy miércoles 17 de setiembre el dólar libre costará aproximadamente 132 pesos, pero sólo se podrán adquirir u$s 200 por mes, pero en ese cupo se incluirá todo gasto hecho en esa moneda, por ejemplo la cuota mensual de Netflix, de Spotify o de un billete aéreo, los gastos con tarjeta, etc.
La pregunta es qué pasa con los que excedan de los 2.400 dólares por año aniversario. Por ahora parecería que la sanción seria la prohibición para operar en el mercado de cambios. Estas medidas regirían desde el pasado 1º de setiembre y a los fines del cupo de los u$s 2.400,00 anuales el plazo vencería el 31 de agosto próximo
Es obvio que estas medidas tienen un efecto temporario, ya que la experiencia dice que cuando más limitaciones se le ponen a la compra de moneda valiosa, más será demandada, al tiempo que se acentuará la pérdida de confianza en el gobierno.
En lo referido al turismo esta medida castiga tanto al emisivo por la limitación para la compra de moneda extranjera como al receptivo ya que lo encarecerá.
Hay gastos que necesariamente se deben cursar por medio del mercado libre y único de cambios, que en los hechos el tipo de cambio está casi a la mitad del llamado libre o marginal. Esos son los gastos de hotelería y algunos servicios turísticos que en general se contratan desde el exterior. Para el resto de los gastos cabe suponer que la moneda extranjera se cambiará en los mercados marginales, de donde ese mercado se asegurará un piso de oferta.
Esta cuestión se agravará según mi opinión que no es de especialista sino de observador, ya que el presupuesto para el próximo año prevé un déficit del 4,5% que solo se podrá financiar con mayor presión impositiva que desalentará el consumo y la demanda, o con emisión. Como se ve dos remedios que tentarán contra la salud económico financiera del país. No se apunta a reducir el gasto y subsidios.
Pienso que después de estas medidas conocidas ayer, nuestro transporte aéreo sufrirá otro feroz golpe que incluso impactará en Aerolíneas Argentinas, y para el turismo afectará el resultado de su balanza comercial, afectando la posibilidad de recibir ingresos por ese lado. En el mejor de los casos podría quedar neutra, lo que significaría incrementar la gravedad de la crisis del sector.
Paradojalmente la Argentina se abarata para los países limítrofes, ya que las personas que viajen cambiarán los dólares en el mercado marginal y automáticamente los precios de mercado se reducen a la mitad.
Los ingresos del turismo no beneficiarán el ingreso de dólares al Banco Central.
En fin, para bien no pueden, para mal se esfuerzan.
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