por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires (dónde está el poder en la Argentina, es la pregunta que va creciendo. Muchos ya creen que no está donde debería estar)

Ines Capdevila, periodista del diario La Nación, decía en un artículo publicado el pasado 29 de agosto que según el epidemiólogo Antoine Flahault del Instituto Global de la Salud, en Ginebra ¨…Esta es una epidemia, el covid 19, de número de diagnósticos positivos, no tanto de enfermos¨

Al día de hoy, 8 de setiembre, los muertos por covid 19, son el 0,00012 de la población mundial y los casos son el 0,00364, lo que ratifica los dichos de Antoine Flahault.

Como ocurre con toda enfermedad contagiosa, todos tenemos la posibilidad del contagio, pero no todos nos contagiaremos. Como lo dicen los números seremos muy pocos con relación al total de moradores del planeta.

Me cuenta entender que más de un tercio de la población haya sido encerrada entre cuatro paredes y que se haya hecho culto del miedo, en otras palabras, se logró atemorizar a muchos más de los encerrados.

Se han menoscabado vínculos naturales como son los familiares, y de pronto el Estado se nos presentó como ¨tutor-censor¨ de nuestras decisiones y salvador de vidas. Curiosamente no cuenta los muertos sino los presuntamente salvados.

En la Argentina, con ese criterio de raíz sofista, el gobierno en cualquier momento podría decir que si sobre 45 millones de habitantes, sólo murieron diez mil, salvó a 44.990.000.

No niego el Covid o la peste, pero lo preocupante es que con muy poco nos ha logrado paralizar y en el turismo y el transporte aéreo el impacto ha sido desvastador.

En la Argentina hasta el transporte urbano y de cercanías está condicionado y limitado, y el de media y larga distancia suspendido.

La actividad hotelera, la gastronomía, las cafeterías y servicios relacionados, están paralizadas, otras actividades comerciales están limitadas, la educación está paralizada salvo en los casos que se pudo hacer algo a distancia, pero ya se está asumiendo que el año se ha perdido, sin tener en cuenta la gravedad de este hecho, cuya consecuencia no se mide o nadie se atreve a ponderarlas.

El Ministro Meoni, con cierta timidez dijo que es posible que el 1º de octubre se reanude el transporte interno, pero con limitaciones, por ejemplo, no habría “viajes turísticos”.

El presidente formal de la Argentina acaba de decir en un acto en que se anunciaba una nueva línea de motocicletas (sic) ¨¨Tratemos de dejar para más adelante los contactos para divertirnos, para relajarnos, para pasarla bien, porque es un momento muy difícil para hacer eso…Todos queremos que la economía se mueva, pero lo que más queremos es preservar la salud, que los argentinos no se enfermen…¨

El presidente pretende que la pasemos mal, que vivamos en máxima tensión y que la risa de hoy la dejemos para mañana…en cualquier momento nos dirá que salvo a los 44.990 millones…de morir por covid 19, lo tiene en su cabeza…

Con estas declaraciones el Presidente formal esta fulminando todo lo relacionado con el “ocio” o el turismo, que por otra parte, dada la situación social, ya se veía venir muy precaria para el turismo local, y también según las OTA quienes tienen recursos apuntan hacia Europa.

Diría, con esto del Covid ya murieron diez mil personas pese a las cuarentenas eternas, la pobreza ya es el 50% de la población. El ingreso total familiar promedia, según el Indec, la suma de $ 59.941,00. La canasta familiar básica está en alrededor de los $ 44.000,00.

Debemos aclarar que hay 84.000 (336.000 personas) hogares sin ingresos, 4.7 millones de hogares (casi 19 millones de personas) que no llegan al monto de la canasta básica.

Cuántos argentinos se están enfermando por mala alimentación y paupérrimas condiciones de vida….

Queda claro que el turismo y el transporte no los tenemos que ver sólo como elemento de diversión, sino como fuentes de trabajo y de salud…, pero lo perdido parece irrecuperable.

Este presidente, sólo formal de la Argentina, no la tiene muy clara…y prefiere dejar para mañana lo que deberíamos hacer hoy, a duras penas parece ser un excelente procrastinador.

¿Cuarentena con el ceño fruncido y Alberto Fernández…?

Refugiado en la cuarentena, como el cuento del avestruz se esconde en la centenaria cuarentena, ¿la extenderá hasta el 10 de diciembre de 2023?

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