Argentina: el turismo emisivo y el dólar, imposible equilibrio
Domingo, 19 Julio 2020 19:31

Argentina: el turismo emisivo y el dólar, imposible equilibrio

El turismo emisivo equivale a una importación, nos cuesta dólares. En estos momentos parecería ser una “importación superflua”, para la “destartalada economía argentina”, según Miguel Angel Broda. El Banco central está escaso de dólares, los de libre disponibilidad, no superan los diez mil millones, nada.

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires (cuarentena centenaria en desregulación y contagios en aumento, una vez más la Ley de Murphy…)

Leía que Martin Tetaz hacia el comentario que sinteticé en el copete, y según parece por informaciones que recibí de diferentes fuentes, muchos integrantes del decil 10 del nivel de ingresos que mide el INDEC, ya están planificando viajes a partir de noviembre y me dicen que si bien los vuelos hacia y desde Argentina disminuirán en frecuencias, ya habría escasez de asientos a partir de esa fecha. Aclaro que la frecuencia es la cantidad de vuelos semanales que realiza una empresa entre dos puntos, por ejemplo Buenos Aires-Madrid-Buenos Aires.

La definición de  la cuestión de la deuda será crucial para ver qué política seguirá el Banco Central, léase el gobierno, para acumular dólares, ya que cualquiera sea la definición, arreglo o juicio, no tendremos, gracias a Dios, capacidad para adquirir nuevos créditos que se destinarían fatalmente a financiar gasto.

Posiblemente se tenga que ir a pesar de uno y de muchos más, a un desdoblamiento del mercado de cambios, en otras palabras se legalizaría el “dólar blue”, que vendría a ser el “dólar snob”, elegante forma de referirse al “dólar negro”.

No creo que se opte por una liberación del mercado ya que ello nos empobrecería aún más, ya que nuestro peso perdería todo su valor…, en una palabra, en los hechos equivaldría a “dolarizar” nuestra llamada moneda.

Otra cuestión que tiene que ver con lo anterior es si el gobierno pondrá dinero, que no tiene, en Aerolíneas Argentinas, priorizando un nivel de gasto que parece groseramente incompatible con un nivel de pobreza que ronda el 50% y una demanda de dólares de los que carecemos.

Digo demanda de dólares, ya que si bien el gobierno entrega pesos todos lo gastos relacionados con los vuelos se pagan en dólares o euros, leasing, cuotas, combustible repuestos, seguros y los gastos que se realizan en el exterior.

Es decir, otro oxímoron, el gobierno que no tiene dólares, le entregaría dinero a Aerolíneas Argentinas para que los gaste y además facilite la salida de argentinos, ya que el 75/80% de sus ventas internacionales lo son en el mercado interno, la gente paga en pesos. La tercera libertad es su fuente.

De todos modos la salida de turistas será menor, y en especial diría que se afectará más el turismo regional que el de largo recorrido, salvo unos pocos destinos regionales, Punta del Este, por ejemplo, que para los argentinos volverá a ser exclusivo y limitado a fines de diciembre hasta fines de enero, diría unos 25 a 30 días a lo sumo.

La mayoría de los argentinos saldremos empobrecidos. Veamos lo que dice el INDEC: “Del total de la población de los 31 aglomerados, 28.537.265 personas, según escala de ingreso individual, se registra que 17.401.169 (un 61,0% del total) percibe algún ingreso, siendo el promedio igual a $32.378. El ingreso promedio del estrato bajo (deciles del 1 al 4) equivale a $ 11.650, el del estrato medio (deciles del 5 al 8) a $ 30.754 y el del estrato alto (deciles 9 y 10) a $ 77.083”

El nivel de ingresos medios es de u$s 340,00 al dólar “solidario" con TC $ 95.00. Esto demuestra que en este segmento “no hay mercado para el turismo emisivo” aunque sea a Plaza Flores, distante unos 4 Km desde el Km cero.

Todos los esfuerzos públicos y privados se deberán destinar a activar nuestros “yacimientos de ocio”, y allí debería darse vía libre a la inversión extranjera ya que deberemos fijarnos como objetivo que en un plazo de no más de diez años el turismo receptivo duplique a nuestra población.

Nuestros “yacimientos de ocio” son recursos renovables que están inexplotados. Dejemos de pensar en crecer en turismo receptivo un 10 o 15%, ese nivel, mezquino por otra parte, quizás nos genere más gasto que beneficio.

Portal de América

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