Volver a volar (con restricciones)
Lunes, 08 Junio 2020 10:32

Volver a volar (con restricciones)

Cuando el rumor se lanza desde medios oficiales y luego pasa a ser una posibilidad real según declaraciones de funcionarios, significa que la decisión está tomada y que es probable que en el mes de julio haya vuelos de cabotaje en la Argentina. Algunos especulaban que podrían autorizarse, previo acuerdo, algunos vuelos regionales, Paraguay y Uruguay podrían ser los eventuales destinos.

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por Luis alejandro Rizzi, desde Buenos Aires, (en empalagosa cuarentena x2 y medio)

Hace pocos días, algo habíamos dicho sobre esta posibilidad de volar en julio, entre destinos turísticos “verdes”, es decir sin Covid 19.

Sin embargo el diario La Nación afirma que no habría relación entre vuelos y turismo, y que para abordar un aeroplano habría que contar con el certificado de circulación, y la oferta de asientos, se limitaría al 70% de la capacidad.

Obviamente se extremarían las medidas de aseo y desinfección, y el proceso del embarque demoraría hasta dos horas desde le llegada al aeropuerto hasta el momento de la partida.

Las preocupaciones se derivan hacia los “pícaros” que mediante combinaciones podrían eludir los destinos que se habiliten.

Nos cuentan que FlyBondi y Jet Smart estarían analizando posibles rutas, en especial entre destinos del interior del país, pero la mayoría está convencida que la reapertura, si se concreta, tendrá a Aerolíneas Argentinas como eje esencial dado que sus costos los cubre y cubrirá el Estado Nacional. También será el modelo en cuanto a medidas de seguridad contra el virus.

De todos modos, también creemos que esto no significa que se adelante la apertura  sin límites prevista para el 1º de setiembre próximo, aunque si se arriesga a pensar que esa eventual apertura también sería administrada.

La gran cuestión es que el mercado está en el conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires, que es donde más impactó la cuarentena, y la gente pensará varias veces antes de subirse a una aeronave.

Con una ocupación eventualmente limitada al 70%, exigirá un movimiento ascendente de tarifas, por lo menos para la competencia de Aerolíneas Argentinas, que no tendrá ese problema.

Se cree que también se habilitaría la circulación terrestre entre diferentes jurisdicciones con bajos índices de contagios.

De todos modos recibía algunos comentarios en el sentido que para muchos servicios vinculados con el turismo podría tener poco sentido adelantar reaperturas para estas vacaciones de invierno, sin tener certeza que el trafico proveniente del conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires podría ser autorizado para viajar. Seria aumentar costos, para incrementar las ya pesadas pérdidas, ello sin perjuicio de los que dudan en poder volver a abrir.

Se estiman en 900 mil las personas que han perdido sus empleos o trabajos en estos días de cuarentena, muchos empelados han percibido sus salarios con reducciones importantes lo que significa un paso atrás en sus posibilidades de pensar en viajes de mini vacaciones.

Seguramente aparecerá algún tipo de “certificación” que acredite que se han tomado las mejores medidas de prevención para evitar o disminuir al máximo la posibilidad de contagios, pero como hemos dicho, esto, es más un medio de marketing que certeza de imposibilidad o dificultad para el contagio.

Según comprobamos en la vida diaria, la gente está asustada e incluso reacciona con agresividad cuando a su juicio, los otros no respetan con máxima precisión las medidas genéricas de prevención como distancia social, uso de mascarillas y evitar gestos de cariño o afecto, como darse la mano.

Nosotros mantenemos el programa de hacer una recorrida por destinos turísticos con muy baja o nula presencia del virus en el próximo mes de setiembre, y tenemos previsto recorrer a bordo de  nuestro Peugeot, San Juan, Catamarca, La Rioja y algo de Córdoba.

El objetivo es un poco el de testear como se espera y se prepara para recibir turismo a partir precisamente de la llegada de la primavera. Nuestra idea es apuntar a lugares no tradicionales.

Entre tanto seguiremos los acontecimientos y ahora lo inmediato es terminar con  este aislamiento que generó un costo cuya dimensión aún desconocemos.

Esos costos no serán solo económicos, sino que pueden significar la pérdida de un año en nuestra vida, en especial de quienes andan entre los 5 y 25 años. Hay otro costo que es el de la mala nutrición que excede a esta epidemia del Covid 19, pero cuyas consecuencias aún no es posible medir.

Me decían días pasados que el modo en que ha golpeado el  virus en países como Perú, Ecuador, ahora en Chile, podría ser por las debilidades congénitas de segmentos de la población que aún viven en la indigencia o pobreza extrema, o que salieron de ellas en los últimos años, como podría ser el caso Chile.

Hay una distancia entre la salida de la indigencia y el tiempo necesario para recuperar en las futuras generaciones un mejoramiento en las capacidades y potencialidades de cada ser humano.

La Argentina, con 4200 “villas”-el 10% de la población total-que son comunidades carentes de los servicios mínimos para garantizar no sólo las condiciones de higiene personal, sino sin posibilidades de evitar los hacinamientos.

Dice el Jesuita Rodrigo Zarazaga que el conurbano bonaerense es “…desigual, fracturado, con enormes e históricos déficits estructurales, concentra más de 15 millones de personas en un 0,5% del territorio argentino; y mucho antes del "tsunami de la pandemia y la cuarentena", intentaba dar pelea y sobrevivir entre la pobreza, la informalidad y la changa.

Este es el riesgo de nuestro futuro inmediato, generaciones que ya parecen perdidas…

Lo paradójico es que esa gente también paga impuestos, los indirectos…¿y qué recibe a cambio…?

Más miseria.

Portal de América

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