por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires (sin saber cómo se saldrá de la cuarentena)
La ley de sociedades argentina dice en su artículo 82 que hay fusión de sociedades cuando dos o más sociedades se disuelven sin liquidarse, para constituir una nueva, o cuando una ya existente incorpora a una u otras, que sin liquidarse son disueltas.
Como vemos, en realidad hay dos formas de hacerlo, una es lo expresado en la primera parte del artículo mencionado precedentemente y la otra, que se llama “Fusión por absorción”, que es el supuesto, según creo, en el sentido que Aerolíneas Argentinas absorberá Austral Líneas Aéreas-Cielos del Sur S.A., sociedad que será disuelta.
Desde ya estamos de acuerdo con esta decisión que se toma muy tardíamente, pese a que hubo algunos intentos previos que quedaron en la nada, fundamentalmente porque no se lograba un acuerdo para reconfigurar el escalafón de pilotos que es determinante en la hora en que ocurren movimientos.
Esta cuestión del escalafonamiento no toma por sorpresa a los gremios de pilotos APLA y UALA, ya que la hipótesis se había comenzado a analizar en el año 1970 y pico, cuando surgió un rumor proveniente de fuentes del gobierno de la época que difundió la versión de una posible absorción de Austral por parte de Aerolíneas Argentinas.
Recuerdo que la comisión directiva de APLA me encomendó la tarea de diseñar los principios sobre el cual se debería configurar un único escalafón de pilotos, que sería confeccionado por el gremio para someterlo a la aprobación de una Asamblea.
En esa época APLA agrupaba a los pilotos de Aerolíneas Argentinas, más o menos 380/420, de Austral alrededor de 100/110 y de otras pequeñas líneas aéreas, creo que una era LAPER, empresa de propiedad del gobierno de la Provincia de Entre Ríos, AERO CHACO, una línea aérea feeder que volaba el Norte Argentino, con sede en Resistencia, Provincia del Chaco y otra TABA, que volaba desde Aeroparque a Olavarría y otro punto de la Provincia de Buenos Aires que no recuerdo y que en esa época discontinuaba su operación.
La comisión directiva de APLA estaba conformada por pilotos de Aerolíneas Argentinas y Austral.
Presenté una hoja de ruta con diferentes opciones. La más simple tomaba la antigüedad de cada piloto en sus respectivas compañías y en la función, Comandante-Primer oficial. La segunda opción, tomaba las horas de vuelo en cada empresa sea en la función de comandante o Primer oficial.
Había una diferencia que parecía difícil de superar ya que Aerolíneas Argentinas tenía vuelos internacionales y Austral solo operaba cabotaje.
En este punto, se abría a su vez dos opciones, que pretendía prohibir el ascenso a vuelos internacionales a los pilotos provenientes de Austral que solo quedarían habilitados para volar cabotaje.
Vale la pena destacar que en esa época el cabotaje y los vuelos internacionales estaban claramente diferenciados, por el limitado alcance que tenían los aviones destinados a los vuelos locales. Quizás el 727 podría constituir una incipiente excepción, ya que tenía un radio de alcance superior al 737 200 y a los BAC 111 500, pero insuficiente para unir Ezeiza con Lima. Para internacional se destinaban los Boeing 707 y luego los 747 a partir de 1972 o 73.
El rumor asi como surgió se fue diluyendo, y el proyecto del escalafón único quedó en suspenso, pero en principio se hubiera llegado a aceptar que no era legal ni legítimo limitar las posibilidades de ascenso a los pilotos que provenían de Austral. En ese sentido había presentado un dictamen a la comisión directiva.
Lamento no haberme quedado con alguna copia e ignoro si se ha conservado en los archivos del gremio.
Años más tarde, por pedido de un grupo de pilotos de Austral, ya había dejado APLA, me fue solicitada una opinión sobre una eventual fusión.
La hipótesis de la fusión quedó latente desde la estatización de ambas empresas en el año 2008.
Traje a cuento esta “historia”, porque no dudo que el tema crucial de la fusión será precisamente el escalafonamiento de los pilotos, tema que había tratado a su vez en el portal Aviaglobal en el año 2004, en una nota que titulé: “La cuestión de la fusión de dos o más escalafones y la fusión de sociedades”.
En una próxima nota analizaremos esta absorción de Austral por parte de Aerolíneas Argentinas, dos sociedades deficitarias, pero que en el modo que se la presentó no parece ser suficiente. La carta remitida al personal, un digesto de palabras de compromiso, sigue el modo de relación que impulsó Isela Costantini. En este caso quizás es un mensaje indirecto a los gremios.
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