por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Si vamos a los datos del Estado de situación patrimonial nos encontramos que en la descripción del pasivo corriente el rubro “Ingresos diferidos por tráfico aéreo” arroja un monto de $ 8.216.354.633.
Como es sabido este rubro se refiere a lo vendido y no volado, hecho que ocurrirá en el transcurso de este ejercicio, salvo los clientes que no hagan uso durante este año de los beneficios del programa de fidelidad de pasajeros frecuentes de la empresa “Aerolíneas plus” para cuyos fines se estimó un pasivo de $ 837.246.276,00.
Este programa se puede utilizar por los beneficiarios durante un lapso de dos años aniversario, contados a partir del último vuelo realizado.
Esta suma debería deducirse del costo de los servicios prestados ya que precisamente los billetes serán usados en el próximo ejercicio y su costo incidirá en ese momento.
Esto significaría que en realidad a la suma expuesta en el rubro “costo de los servicios” deberá deducirse la incidencia de los billetes no usados, de donde la suma se debería reducir a $ 24.561.389.382,00. De ese modo tendríamos una perdida bruta en ese ejercicio de $.3.397.038.574 equivalente a u$s 183.227.539,05 (TC 18,54)
Ese sería el resultado económico bruto de la gestión gerencial correspondiente a ese año.
Esto es grave dado que la empresa se financia con subsidios y el gobierno le acreditaría este año una suma adicional de u$s 30 millones, que al tipo de cambio de hoy serian $ 900 millones tomando como tipo de cambio un dólar de $ 30,00.
Da la casualidad que el monto de este subsidio es prácticamente similar al rubro “ingresos diferidos por tráfico aéreo”.
Este número y este resultado bruto económico debería ser muy tenido en cuenta por el personal de la sociedad Aerolíneas Argentinas, de los gremios que representan a su personal y obviamente por parte del Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, especialmente en este momento grave que vive la economía argentina.
Será difícil de justificar ese aporte de fondo de u$s 30 millones, cuando se debieron suspender obras publicas que benefician a toda la sociedad, y en especial a los sectores más pobres que no viajan en avión.
Desde la óptica libera desarrollada por John Rawls, estaríamos vulnerando su segundo principios de justicia ya que ese subsidio beneficia a lo sumo a los diez mil empleados, pero perjudican a una cantidad mayor de personas que viven en la pobreza y la marginalidad.
Recuerdo que ese segundo principio liberal de Rawls dice “Las desigualdades sociales y económicas habrán de ser conformadas de modo tal que a la vez: a) se espere razonablemente que sean ventajosas para todos, b) se vinculen a empleos y cargos asequibles para todos”
Este principio, reitero “liberal” demostraría que el gobierno al conceder ese subsidio estaría gobernando para los que más tienen, ya que en general el personal de Aerolíneas Argentinas en términos comparativos tiene buenos salarios.
Las actuales autoridades de la empresa y sus dirigencias gremiales deberían leer y asumir los cuadros del INDEC que muestran los ingresos de la población activa y creo que la gente de Aerolíneas Argentinas no debe estar debajo del séptimo decil.
El gobierno debería tener en cuenta los costos hundidos, y la conclusión seria que el dinero de los contribuyentes, volcado no solo por este gobierno sino por el anterior que la expropió, carece de justificación política.
Recordemos que previo despojo a sus antiguos titulares que deberían haber terminado procesados por la justicia argentina por los delitos de fraude cometidos en el trámite concursal de la sociedad, lo que nos hubiéramos librado del juicio, si bien apelado, perdido en el CIADI.
La nueva conducción de Aerolíneas Argentinas debería junto con su personal negociar antes que nada un nuevo sistema de gestión, por lo pronto más austero porque se debería analizar si se justifican los montos salariales de sus ejecutivos cuando ni siquiera pueden generar ganancia o neutralidad bruta operativa.
La venta de billetes para el lapso “marzo/junio” próximo que según el portal “Aviacion news” equivale a 3000 aviones llenos, es muy difícil de explicar. Los billetes no solo se pueden pagar en 12 cuotas sino que se habrían vendido con un descuento del 50%.
Es evidente que la cosa no puede ni debe seguir asi, pero de algún modo no se puede negar que este subsidio de u$s 30 millones no beneficia a la gente. Beneficia a unos muy pocos, al 0,02 de la población total.
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