por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
No son muchos los hombres del transporte aéreo que se destacan no solo por su conocimiento del negocio sino por su calidad en la administracion de las empresas.
Otro que sabe es Enrique Cueto, sumaria a Pedro Heilbron, en un escalón diferente a Matías Campiani y por último al recordado y admirado Willy Reynal. No hay más.
Pero el disparador de esta nota es el Sr. Efromovich que no tiene pelos en la lengua, que tiene autoridad y sobre todo absoluta convicción en lo que hace.
Aclaro que no lo conozco para despejar cualquier duda, como tampoco conozco a Cueto y Heilbron, al único que traté fue a Reynal que murió y aun no recibió el homenaje que merece, y lo que más molesta es que recurrí a personas que si hoy tienen alguna vigencia en el medio, fue porque se formaron a su lado.
Pero en fin, sabemos que los argentinos somos ingratos y en general apartamos a los reales emprendedores, hablamos solo de los que fabrica el “periodismo libre”.
Germán Efromovich hizo referencia en dos notas que publicó el portal Infobae profesional, al low cost, y contribuyó a desmistificar un eslogan que es al transporte aéreo lo que el populismo es a la política o el amarillismo (lo digo con sana intención) al periodismo que se esfuerza por demostrar su “sano” oficialismo.
Reitero conceptos que venimos exponiendo desde hace años, el low cost como tal no existe, poner un avión en el aire tiene costos similares para cualquier empresa, los constructores de aviones no fabrican “aviones low cost”, y la mayoría de las llamadas low cost europeas recibían subsidios, a los que la UE está poniendo limite.
En la Argentina, la verdadera low cost es Aerolíneas Argentinas, subsidiada directamente por el estado nacional, que paradójicamente para nosotros los contribuyentes nos resulta un real “High cost”.
Días pasados un empresario de una línea europea me decía, en Europa Aerolíneas Argentinas hubiera sido condenada a devolver todos los subsidios recibidos y no dudo, agregaba, que si hoy se hiciera un planteo, Aerolíneas Argentinas no la pasaría bien ya que compite en una posición ventajosa respecto al resto de las aerolíneas que llegan al país, el gobierno le cubre las perdidas.
Efromovich en las dos notas que “colgó” www.iprofesional.com no dejó tema sin tocar, y debo decir cómo me suele ocurrir con Cueto o el mismo Heilbron es difícil poder tener un desacuerdo, más aún cuando en nuestro país tenemos como iluminados a los Dell Acqua, los Dietrich, y algún otro que se siente revolucionario justo cuando Norwegian se lleva el 737 que había radicado en la República.
Otro caso es el de Flybondi, cuyo CEO Julian Cook no nos respondió a una invitación para tener un encuentro personal, y su equipo de prensa no nos respondió un cuestionario que le hicimos llegar hace más de un mes, vía mail, que fue recibido con una promesa de respuesta.
El silencio a veces es un índice de prudencia y humildad, otras de hipocresía y soberbia.
Quizás esta gente pensó que no estábamos a su altura…el lector sabrá distinguir.
El Sr. Efromovich en otro párrafo de la nota reportaje, dice: “Las low cost entran aquí (se refiere a la región, no exclusivamente a Argentina) nuevitas con aviones nuevos y dinero fresco. Pasa la luna de miel y cuando tienen que hacer mantenimiento de aviones y cubrir otros costos, se dan cuenta de que la vida real es otra. Entonces, al final del día, la estructura de costos de las low cost se acercan a las legacy, pues el costo del avión, el piloto y el combustible son lo mismo, pero con pequeñas diferencias"
Hemos iterado esos conceptos desde años y más de uno nos trató de seniles por no entender el “fenómeno del futuro”.
Como dice un conocido relator de futbol es “un buen momento” para que nos dejemos de hablar del “low cost”, “línea de bandera” y de “revolución de los aviones”, y que el ya marchito gobierno en materia de transporte aéreo, ponga su “revolución en remojo”.
Porque no escuchamos a los que saben y lo demostraron armando líneas aéreas que hoy son símbolos regionales.
Portal de América