por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Ya en el año 2011 hubo un intento serio por parte de Avianca-Taca para explotar la ruta Mendoza-Lima, a tal punto que la empresa tenía instalaciones alquiladas en el aeropuerto de Mendoza. Estaba próxima a iniciar la operación cuando de modo sorpresivo la ANAC negó las correspondientes autorizaciones que se habían prometido.
Muchos trascendidos hubo sobre las causas de la negativa a último momento, pero lo cierto es que la empresa acató la decisión del gobierno argentino sin formular denuncia alguna, levantó campamento, no sin antes derivar los pasajeros que habían adquirido sus billetes hacia otra línea aérea que fue “expresamente convocada de urgencia” por la Dirección Nacional de Transporte Aereo, para transportarlos a Santiago de Chile y de allí a sus destinos contratados, por parte del grupo Avianca-Taca.
El aeropuerto Jorge Chávez de la ciudad de Lima se esta convirtiendo en un hub importante, ya que su ubicación en la región lo privilegia estratégicamente para distribuir tráfico no solo a los EEUU, sino a Europa y el Pacifico. Recordemos que en esos años también se le quitó a LAN Perú la explotación de la ruta Rosario-Lima, en ese momento aparentemente para proteger a Aerolíneas Argentinas.
Según algunos trascendidos, esta vez seria LAN Perú, es decir LATAM, integrante de la alianza oneworld, la empresa que explotaría esa ruta para abrir de modo casi directo el mundo a la región de Cuyo, aunque ya tenía la posibilidad de hacerlo a través de la conexión con Santiago de Chile.
Lo cierto es que de ser cierta la versión, de la que se hicieron eco el diario La Nación de Buenos Aires el pasado día 7 de febrero, y el portal antes citado que adjudica a LATAM la explotación de esa ruta, muy probablemente ese grupo se convierta en el principal transportador hacia el exterior de tráfico de pasajeros y carga originado en Argentina.
Desde ya que comparto plenamente la idea de abrir el país a cuanta conexión internacional sea posible, pero estimo que ello se debe hacer dentro de un marco de política de transporte aéreo que debe ser previamente expuesta, y es llamativo que el tema se haya planteado en FITUR.
Personalmente propuse que se integre Latinoamérica bajo un cielo único que le permita explotar a todas las empresas con certificación emitida en la región las nueve libertades del aire.
Creo que sería el modo más claro de hacer las cosas justo en el momento que la conducción de Aerolíneas Argentinas se escandaliza por la situación económica de la empresa, y de la perdida que originarían sus rutas internacionales de largo recorrido.
La situación de la empresa es y fue complicada desde siempre, ya que salvo algún ejercicio aislado, siempre dependió de los aportes del estado, incluso por parte del estado español cuando vendió sus acciones en poder de la SEPI (sociedad estatal de participaciones industriales) por el precio simbólico de u$s 1,00 y la concesión de casi u$s 600 millones para que el grupo Marsans, “adquirente”, pudiera apagar los “platos rotos” dejados por la gestión de la SEPI. Luego, el gobierno argentino pagó los “platos rotos” dejados por la gestión de Marsans y ahora el nuevo gobierno deberá pagar los “platos rotos” dejados por la gestión “k”.
Esto de los “platos rotos” viene a cuento porque fue lo que dijo el entonces CEO de la empresa, Antonio Mata Ramayo, al diario La Nación, hoy procesado y condenado en España junto a Gerardo Diaz Ferrán por el modo en que se usó el dinero aportado por la SEPI.
Mata Ramayo había dicho con relación al dinero aportado por la SEPI. “...La SEPI es vendedor y tiene que pagarle al comprador sus platos rotos. Desde que nos hicimos cargo la SEPI no ha aportado nada de dinero a AEROLÍNEAS. Sólo ha incorporado dinero al comprador para que pague pasivos de ellos...”. El vendedor fue la SEPI y “el comprador” el grupo Marsans a través de AIR COMET S.A.
Como vemos el nuevo gobierno se encuentra con “platos rotos” por doquier, pero la cuestión pasa por hacer las cosas de otro modo, y creemos que en estos temas la cosa pasa por definir una política aérea y lo demás debería venir por añadidura…y de paso recordemos que hablar de “líneas de bandera” es un signo de senectud.
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