por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Una vez más se confirma la regla que el turismo es cobarde y la gente no viaja a destinos inseguros, como surge del resultado de la encuesta que presentó Hosteltur y cuyo resultado final transcribí en el copete.
El atentado sufrido por Paris el 13N en diversos lugares parecería que está impactando negativamente en el flujo turístico hacia los destinos europeos, que en verdad es considerado como un destino único, sabiendo que el turismo masivo visitará Paris, Londres, Roma, Barcelona y Madrid. Como se sabe estos destinos están a no más de 1500 km, que en avión se hacen en poco más de una hora y en los sistemas ferroviarios a lo sumo en un máximo de 10 horas. Demoran un poco más los fanáticos del auto como yo, que aprovechan el fantástico sistema de autopistas para hacer los recorridos que nos ofrece Europa, en especial en lo que fue Europa del Este en las ya lejanas épocas de la guerra fría.
Los países latinoamericanos parece que estuvieran empeñados en exhibir sus destinos de modo individual y se han olvidado de que el turismo exige integración.
El proceso de integración Latinoamericano que alguna vez creímos que sería, es el fallido MERCOSUR.
Las autoridades que representan a los países en materia de turismo deberían comenzar por ofrecer el mercado Latinoamericano como un destino único.
Para ello habría, como lo expuse, facilitar el transporte aéreo creando un cielo único para todas las aerolíneas con habilitación otorgada en la región y el uso de las 9 libertades del aire.
Se debe crear un único territorio migratorio quedando en la responsabilidad de los países de origen y salida el cuidado de la verificación de los datos y antecedentes personales de los viajeros. Para el turismo y para los latinoamericanos deberé crearse un único espacio de circulación.
Se deben crear itinerarios que ofrezcan un menú de destinos y quizás en un principio deberían agruparse a los 10 países de la región en zonas pudiendo algunos países formar parte de más de una, caso Uruguay que podría formar Zona con Argentina y Brasil. Argentina con Uruguay y Chile. Paraguay, Bolivia y Perú, en fin hay varias alternativas posibles.
Se deben elaborar itinerarios de no más de 10 a 15 noches y quizás en un principio haya que pensar en tarifas básicas y algún beneficio cambiario.
En fin, debemos pensar en otra dimensión, porque si nos seguimos guardando los destinos para cada uno, como se suele decir el turismo servirá solo para “pucherear”.
El turismo y el transporte aéreo serian los medios que nos convencerían de la necesidad de continuar con el proceso de integración imprescindible en un principio en nuestra América Latina y luego en toda América, porque realmente seria propio de mentes cavernícolas pensar que América del Norte y centro América serían como el lobo feroz de los cuentos de Caperucita roja que se la terminó comiendo…hasta que apareció el famoso leñador que seria nuestra también cavernícola izquierda progre, que la pudo sacar de la panza del maldito animal…
Salvo el caso de Venezuela, el resto de los países parecería que ingresan en una nueva onda, y esta actitud puede ser la llave para intentar el camino de la integración aérea y turística. No creo que ni la Presidenta Bachelet, ni Tabaré Vázquez, ni Evo Morales, ni Ollanta Humala, ni Correa (cuyas reformas en el sistema educativo son dignas de imitación), ni Santos, ni Dilma Rousseff, ni Horacio Cartes dejen de concordar que la integración turística es necesaria y se podría lograr en tiempo record.
Expresamente dejo de lado al hermano pueblo de Venezuela que en elecciones libre quizás inició un camino de cambio necesario hacia un república democrática, cosa que hoy no lo es.
Portal de América