Algunas comparaciones en turismo receptivo
Martes, 17 Febrero 2015 16:28

Fuente: IDESA, en base a OMT 2014 y CELADE Fuente: IDESA, en base a OMT 2014 y CELADE
En la página web de IDESA, www.idesa.org-Instituto para el Desarrollo Social Argentino- se publicó un cuadro que compara la llegada de turistas a la Argentina, con otros países de la región y la verdad sea dicha, los resultados no nos favorecen.
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Ese cuadro nos muestra que Argentina recibe 132 turistas, Chile 183 y Uruguay 771 por cada mil habitantes.

Según el INDEC, Argentina recibió durante 2014 5,9 millones, que en porcentajes implica un crecimiento del 13% con relación al 2013.

Como ocurre con otras actividades, Argentina tiene dos modos de retroceder, uno de ellos es la disminución de la producción como ocurre con el gas cuya oferta cayó más del 20% desde 2004 y multiplicó por 20 la importación, según da cuenta el diario “La Nación en un muy completo informe de Pablo Fernández Blanco. Puesto en números  en 2004 la producción de gas fue de 52.156.988 m3 y en 2014 fue de 41.483.809. Puesto en dinero en el año 2004 el país gastó u$s 483 millones en importaciones de energía y en 2014 solo en gas se gastaron u$s 5.858 millones y el total gastado en importación de energía de ese mismo año fue de  u$s 10.142. Por último recordemos que hasta 2004 exportábamos gas….

El turismo receptivo, que es una actividad que genera divisas ya que equivale a una actividad exportadora, comparado con Chile y Uruguay muestra un crecimiento mínimo y aunque parezca paradójico, ese menor crecimiento tiene una relación con lo que se gasta en importar energía.

Obviamente aclaremos que la disminución del comercio exterior argentino se da en casi todas las actividades y desde ahora el impacto negativo será mayor ya que el precio de las commodities viene en picada.

El menor ingresos de divisas provocado por la disminución de las exportaciones y el crecimiento del gasto en importaciones, pese a las restricciones imperantes, DJAI, cepo cambiario y restricciones de hecho impuestas por el Banco central para el giro de divisas al exterior,  nos ha llevado a una situación de alarmante escasez de “dólares” que solo es temporalmente disfrazada mediante el ingreso de dólares financieros”que fatalmente deberán ser devueltos en plazos breves y otros que llegan para supuestas inversiones” de dudoso rendimiento como las dos represas que se comenzarían a construir en Santa Cruz con capitales y tecnología China, y que según algunos especialistas serian antieconómicas.

Además, el nivel de gasto público supera largamente el nivel de ingresos fiscales, de modo que parte del gasto se financió y financia usando las reservas del banco Central, el endeudamiento en pesos del gobierno con esa misma institución, el ANSES (gastando el dinero de nuestros jubilados y creando incertidumbres sobre su capacidad de pago en el futuro) y la emisión sin límite.

Este modo de financiación genera una inflación real que supera como piso el 35% anual.

Para limitar estos altos niveles de inflación se usa como freno el tipo de cambio manteniendo una cotización que aprecia artificialmente el valor del “peso” nuestra moneda de curso forzoso y legal. Aclaro esto ya que cualquier obligación convenida en moneda extranjera pagadera en Argentina, podría ser cancelada en pesos al tipo de cambio oficial.

Actualmente el precio oficial del dólar es de $ 8,70 por unidad y en el mercado negro, llamado blue, cotiza por sobre los 13 pesos.

En este punto encontramos la clave del bajo crecimiento del turismo receptivo, ya que si bien el dólar conserje, una variante del blue”, abarata los costos del turista extranjero, especialmente de los países vecinos que son los más informados de la situación, afecta la llegada de turistas de otros emisores más lejanos, ya que la pauta de valoración  del  costo argentino en turismo lo miden por el precio del dólar oficial.

De acuerdo al INDEC, el grueso de la llegada de turismo extranjero lo hizo por vía terrestre, esto es un 50,5%; por vía aérea llegó un 40% y por agua lo hizo solo un 10%. Por países, Paraguay aportó un 47%, Brasil un 16% y Bolivia casi un 10%.

Como decíamos, crecer menos del potencial existente, es hoy día un modo de retroceder o si se quiere, de desaprovechar recursos. Pero si tenemos en cuenta el berenjenal” (expresión que significa embrollo o desorden) en que vive la Argentina, ese crecimiento del 13% en el ingreso de turistas debe ser doblemente ponderado, porque debemos pensar que pese a todo, la gente viene.

Chile tiene como bien turístico esencial la cordillera, compartida totalmente con la Argentina. Sin embargo, como atractivo  o“bien turístico está más solicitada del lado chileno que del argentino.

La diferencia está en el mejor orden que ofrece el país hermano, donde las cosas valen lo que valen, cosa que no pasa en Argentina, y donde uno puede cambiar con total libertad su moneda de origen por la local en los bancos o casas de cambio sin temor alguno a ser timado.

El caso de Uruguay es más llamativo aún, ya que la llegada de turistas se explica más que nada por el trabajo de su industria turística, que ha sabido crear destinos que son apetecidos por la gente y en especial por los argentinos que son sus asiduos y fieles visitantes pese a nuestras desventuras económicas y cambiarias.

En fin así están las cosas. Mientras nos preparamos (¿?¿?) para esta maratón de elecciones que creo se iniciarán a partir de abril en alguna de las provincias argentinas, hasta el 10 de octubre en que se elegirá nuevo presidente.

Portal de América

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